Los griegos salieron ayer a las calles, con banderas, banderines, y gritos cepillados a plomo nacional dijeron que “No”; que no a la Troika y sus métricas fiscales, que no a su idea Europea y su indiferencia periférica, que no a su austeridad, que no a su chantaje, que no que no y que NO.
La reacción no se hizo esperar y todos los mercados cerraron estrepitosamente este lunes en rojo, el segundo lunes de estos 15 días que ni si quiera levantaron la cabeza, y que inquietos se unieron al pesimismo eurocentrista.
El BCE por su parte arremetió contra los atenienses al no incrementar su programa de liquidez de emergencia, ese con el que respiran los bancos griegos todos los días, y cuya extinción amenaza, por la vía de los hechos, de correr a Grecia de la zona del euro.
Cierto es que Draghi dejo el programa vigente operando, pero cuando el Banco Central anuncia que no apostará más allá de un determinado monto en el juego, todos entienden que es hora de tomar la última ficha de la mesa e irse a casa.
Y eso temen las autoridades griegas, que la corrida de capital sea tan fuerte, que en un solo día drenen a todo el sistema bancario griego, y sin poder entrar a negociaciones nuevamente con la Troika, tengan que emitir alguna especie de moneda paralela con la que puedan vivir en estos días.
Con esto encima, el gobierno, Alexis Tsipras, el todavía gobernante de Grecia, decidió prolongar el “Bank Holiday” que inicio la semana pasada hasta el próximo miércoles, y mantener el control de capital para entonces en 60 euros por día para casa usuario, con lo que se espera contener la descapitalización que se gestará en el primer minuto que el mercado opere.
Eso es lo ocurre bajo el telón de fondo con la situación griega, porque en lo llano, en la superficie, Hollande y Merkel han salido muy optimistas tras el referéndum a anunciar que “las puertas estan abiertas a las discusiones”, y llamaron, como quien quiere hacer una tregua a que Grecia retome la negociación con una propuesta seria.
“Es urgente para Grecia, urgente para Europa, es una cuestión de visibilidad, de credibilidad e incluso de dignidad” comentó el francés desde su palacio.
Ahora además de Grecia, estuvo el fantasma de China y su bear-market escatimando a todos los activos emergentes, cuya fanática presa fue la cotización del petróleo que sucumbió este lunes un 7.73% en el mercado de Nueva York ante la expectativa de que además de una sobre-oferta de crudo, se tenga que vivir con una nueva ralentización de la demanda.
Así que fue un mal día para esta odisea griega que no hace más que comenzar, con 223 acciones operando a la baja en el mercado mexicano.
El único brillo de la sesión lo tuvo Walmart (NYSE:WMT), que gracias a su reporte de ventas logró amarrar a algunos inversionistas distraídos, que no dejan de estimar que lo de Grecia será sólo un asunto local.
Al respecto, durante el mes de junio, la gigante minorista logró incrementar sus ventas en las tiendas comprables en un 3.6% en comparación anual, lo que representó su mejor resultado desde el 2012, y un poco por encima de la expectativa del mercado, que estimaba un incremento del 3.5%.
Que Walmart mejore sus ventas fue un indicador de vanguardia para los inversionistas en estimar que el consumo nacional entrará en una etapa ascendente próximamente, después de todo, en junio de 2014 existió un “domingo” de más, lo que fue una base de comparación alta para este dato, y que aún así fue abatido con el incremento sustancial de ventas.
De hecho el ticket promedio fue del 4.1%, y con esos datos logró que el sector de consumo en la bolsa de valores terminase en verde con un alza general del 0.22%, mientras que todos los demás sectores se deprimían.
En el mercado de renta fija se amaneció con bastante cautela, atentos a que el mercado los tomase por “activos inseguros”, pero a lo pronto encontraron resistencia, y ante la constante baja de los instrumentos de deuda en otros países la curva de México terminó por ceder y gestó ganancias promedio de 4 puntos base en el tramo largo, sugiriendo el sentido bajista del riesgo, y que el efecto de Grecia no puede arremeter con ellos demasiado.
De hecho, lo que se observó fue una rotación del mercado hacia la renta fija desde la semana pasada, lo que ha venido en perjuicio de las acciones pero mantiene la sensación de riesgo a raya. Sin cruzar frontera, lo que también explica porque pese a la alta volatilidad del mercado, la moneda se moviese ordenadamente hacia arriba.
Lo cierto es que pese a todo, aún hay mucha incertidumbre sobre los siguientes pasos que se darán en este baile, y aunque en México se ha logrado sortear amablemente esta crisis, aún le faltan varias hojas a este cuento que no termina de contarse.
Mañana Grecia mandará una nueva propuesta de reformas para destrabar las pláticas que congeló el referéndum, la “enésima” de todas ellas… quizá la vencida.