El peso cotiza de manera estable en 20.2930 pesos por dólar, con una depreciación de 0.15% o 3 centavos, lo que se da a la par de un fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense, cuyo índice gana 0.06%. En los mercados financieros globales se observa una menor aversión al riesgo, ya que en Estados Unidos el mercado financiero permanece cerrado por la conmemoración del Día de la Independencia.
Es probable que en hoy se observe un comportamiento lateral, ante la menor liquidez.
Desde un enfoque técnico, el peso mexicano muestra una tendencia débil al alza, que se confirma con el índice de Fuerza Relativa, que se ubica en 58 unidades, mostrando que aún queda espacio para que el tipo de cambio suba en el corto plazo. Si la aversión al riesgo regresa, el tipo de cambio podría dirigirse nuevamente hacia el promedio móvil de 200 días en 20.4275 pesos por dólar, en los siguientes días. Por el contrario, si los mercados permanecen en calma, el tipo de cambio podría estabilizarse entre 20.05 y 20.14 pesos por dólar.
A favor del tipo de cambio (apreciación del peso) está el efecto verano (con movimientos suaves ante un mercado poco entusiasta), expectativa de alza en tasa de interés en México, así como los flujos sobre exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.
En contra del tipo de cambio (depreciación del peso) están las presiones inflacionarias a nivel global, la especulación en torno a la política monetaria de Estados Unidos y la posibilidad de una recesión.