El peso mexicano cerró la primera mitad del año cotizando en 17.1248 pesos por dólar, apreciándose 12.18%, siendo la segunda divisa más apreciada de entre los principales cruces frente al dólar. En el semestre el peso mexicano alcanzó un máximo de 19.5355 y un mínimo de 17.0249, no visto desde el 18 de diciembre del 2015. La apreciación se debe a:
1. Los flujos de dólares que han llegado del exterior por exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.
2. La política monetaria restrictiva del Banco de México, que mantiene un diferencial amplio (600 pb) de tasa de interés respecto a Estados Unidos.
3. La preferencia a nivel internacional por invertir en divisas que tengan una buena perspectiva ante la oportunidad de crecimiento que brinda el nearshoring. Cabe recordar que, además, el peso mexicano es la divisa más líquida de América Latina y opera las 24 horas del día, por lo que es preferida para realizar operaciones especulativas.
4. La posibilidad de que Estados Unidos pueda esquivar la recesión económica.
5. El debilitamiento del dólar estadounidense de 1.09% durante el año, ante la expectativa que la Reserva Federal está cerca de terminar el ciclo de incrementos de la tasa de interés.
Se espera que el peso mexicano se siga apreciando en la medida que a nivel internacional se siga teniendo una buena expectativa sobre la economía de México por la oportunidad del nearshoring. Ante esto, es posible que el peso mexicano alcance cotizaciones de 16.90 pesos por dólar durante el verano, periodo en el que generalmente disminuye la volatilidad cambiaria.
Algo podría restarle atractivo al peso mexicano es la incertidumbre sobre el proceso electoral a llevarse a cabo el siguiente año. Hasta el momento las noticias sobre posibles candidatos no han generado cambios en el tipo de cambio.
Finalmente, la estabilidad del peso mexicano en el canal entre 17.05 y 17.15 pesos por dólar hace evidente que se está acercando a un nivel considerado de equilibrio. El siguiente año, después de las elecciones de México y Estados Unidos el peso podría ubicarse en cotizaciones cercanas a los 16.40 pesos por dólar, siempre y cuando no suba la aversión global o haya miedo sobre la economía mexicana.