El peso mexicano cotiza con dudas tras la caída de ayer, por momentos apreciándose hacia $20.0 spot, todavía asimilando la cifra de inflación en EUA. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $19.97 y $20.12 spot (el euro entre 0.996 y $1.004).
Los inversionistas habían descontado una moderación de la inflación en agosto que finalmente no se produjo, lo que originó una avalancha de órdenes de venta global en los activos de mayor riesgo.
Las bolsas estadounidenses experimentaron su caída más pronunciada en dos años, el índice dólar registró su mayor subida desde principios de 2020 y los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años subieron al nivel más alto en 15 años.
El reporte de inflación parece reafirmar el plan de la Fed para seguir subiendo la tasa de interés de manera contundente al sugerir que las presiones inflacionarias serán mucho más fuertes en los próximos meses de lo que los mercados habían esperado originalmente. Esto aumenta el riesgo de que la Reserva Federal no sólo sea mucho más agresiva en las subidas de tasas, sino que los mantenga más altos durante más tiempo.
Incluso, el aumento del rubro subyacente, mayor de lo esperado, ha hecho que se especule con la posibilidad de que el banco central estadounidense opte por una subida de tasas más agresiva, de 100 puntos base, cuando se reúna la próxima semana.
Hoy en día, el consenso otorga un 34% de posibilidades a que la Fed aumente la tasa en 1%, incrementándose desde el 18% de ayer, cuando hace una semana era 0.0%.
Los mercados financieros están ávidos de buenas noticias ante el muy mal año que han tenido, a lo que exageran cualquier buen dato para comprar activos a precios baratos. El riesgo es que al no cumplirse las condiciones del excesivo optimismo provocan fuertes correcciones en el corto plazo.
En este sentido, consideramos que hubo una sobre- reacción del mercado al dato de inflación. La cifra no cambia el escenario previsto por la Fed, de que costará tiempo lograr bajar los precios, por lo que por el momento no consideramos que la autoridad esté considerando aumentos de 100pbs. La atención se vuelca ahora a la reunión de la próxima semana, en particular al tono del comunicado y a las nuevas previsiones económicos-financieras. En el ínter la volatilidad seguirá presente, con un comportamiento de altibajos.
Por otro lado, los precios al productor en EUA bajaron 0.1% en agosto, ligando dos meses a la baja. Así, en términos anuales se ubica en 8.7% desde 9.8% anterior.
Por su parte, en Reino Unido, la inflación de agosto se ubicó en 9.9%, un ligero retroceso desde el nivel más alto desde 1982 (10.1%) y por debajo de lo pronosticado (10.2%). Le ayudó la caída de los precios de los combustibles, aunque los precios de los alimentos siguieron subiendo mientras persiste la crisis del costo de la vida en el país.
En la Eurozona, la producción industrial cayó 2.3% mensual y 2.4% anual durante julio. El dato envía una señal de una mayor debilidad en la actividad de la región en los próximos meses a medida que la crisis energética de Europa siga pasando factura a la industria.
Sobre el tema energético de Europa, en el marco de la reunión de hoy de la Comisión Europea se reafirma la intención de avanzar en cuatro puntos fundamentales ya conocidos: recortar los beneficios de las empresas generadoras de energía que no dependen del gas, establecer una nueva contribución a las petroleras, reducir la demanda de electricidad y ayudar a las empresas afectadas por la volatilidad de precios. Además, se ha enfatizado en que las negociaciones para limitar el precio del gas no están enterradas, sino que siguen activas. También se hizo mención que podrían obtener 140 mil millones de euros de ingresos adicionales gracias a los nuevos impuestos a las empresas energéticas.
Las principales bolsas en el mundo operan con ligeras variaciones, la mayoría en terreno negativo, después de que ayer los operadores vendieron de manera agresiva tras conocer el dato de inflación estadounidense.