Esta mañana, el dólar se presionó al alza frente a las principales divisas del mercado tras la publicación del reporte de inflación PCE, que se ubicó debajo de las proyecciones de los inversionistas. Sin embargo, nuestra moneda logró contener las presiones y frenar el movimiento alcista alrededor del soporte clave en $19.85.
Por lo tanto, hace unos momentos se depreciaba marginalmente 0.06% operando alrededor de este nivel. Además, se perfila a cerrar la semana con ganancias a medida que el dólar reduce su ímpetu alcista.
Durante junio, los precios del consumo personal aumentaron 0.5% m/m en EE.UU. Por lo que la inflación PCE anual ascendió al 4.0%, reflejando aumentos en los precios de bienes y servicios. Sin embargo, las mayores presiones al alza provienen de los precios de energía, que aumentaron 24.2% a/a. Mientras que los de alimento lo hicieron solo en 0.9% a/a. De esta forma, los precios subyacentes aumentaron en 0.4% m/m y la inflación PCE subyacente aumentó al 3.5% a/a, con lo que se ubicó por debajo de las proyecciones de los analistas (3.7%).
Este indicador es el que la FED utiliza como referencia para las decisiones de política monetaria y, como lo proyectan los funcionarios, comienza a mostrar señales de una desaceleración. Sin embargo, como lo comentó el presidente, Jerome Powell, se mantiene por encima del objetivo del 2.0%, pues los cuellos de botella en la producción y la escasez de materiales no han disminuido y los costos de los productores siguen aumentado.
Por otro lado, los ingresos personales sorprendieron al mercado con un crecimiento del 0.1% m/m y el gasto personal aumentó más de lo esperado (1.0% m/m) el mes pasado. Lo que mantiene un fuerte crecimiento del gasto en bienes no durables (1.8% m/m) y servicios (1.2% m/m), apoyado de una reducción del ahorro a una tasa del 9.4%. Además, confirma que el consumo privado puede seguir creciendo a pesar de una lenta recuperación del mercado laboral y la disminución de los apoyos fiscales.