El peso continúa perdiendo terreno, en un ambiente de mayor aversión al riesgo, por las preocupaciones de los inversionistas sobre los problemas de deuda de la inmobiliaria china Evergrande. Además, nuestra divisa siguió presionada al alza después de que el INEGI presentó el reporte del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), que tuvo un modesto avance durante julio. Desde el punto de vista técnico, el movimiento alcista podría perder fuerza en el corto plazo, pues el indicador RSI se presiona con fuerza a la baja. Por lo que, hace unos momentos, el peso se depreciaba 0.47%, cotizando alrededor de $20.13.
El IGAE tuvo un crecimiento del 0.5% m/m durante julio, tras una sorpresiva contracción del 1.1% m/m en el mes pasado. Sin embargo, el desempeño de la actividad económica en México se ubicó por debajo de lo proyectado por el consenso de analistas (0.8% m/m), pues el sector de servicios sigue rezagado respecto a otras área de la economía. En este periodo, tuvo una expansión de solo 0.3% m/m, pues la incertidumbre y cautela sobre la última ola de contagios ha reducido la confianza y el gasto de los consumidores. A pesar de que la movilidad y las operaciones de la economía no se han limitado como el año pasado. En contraste, las actividades primarias sorprendieron con un alza del 1.9% m/m, pues la demanda para la exportación de materias primas sigue creciendo para abastecer a las economías avanzadas. Al mismo tiempo, el sector manufacturero logró recuperase de su caída previa con un avance del 1.1% m/m durante julio. En comparación anual, el IGAE creció en 7.7% e hiló su quinto mes de crecimiento. Sin embargo, también se ubicó por debajo de las expectativas del mercado y los resultado siguen sesgados por una baja base de comparación en 2020. En los próximos meses, hay señales de que la economía podría seguir desacelerándose, pues los indicadores adelantados, como los PMI del IMEF, señalizan mayores retos en las líneas de producción y los sectores de servicios.
