Esta mañana, el peso continúa presionado a la baja tras la decisión de Banxico de aumentar la tasa de interés en 25 pb hasta 4.25%. Sin embargo, previo a la apertura, los inversionistas operaban con cautela por la publicación de la inflación subyacente PCE de mayo en EE.UU., que se ubicó en línea con las proyecciones de los analistas.
Por lo tanto, el dólar se debilitó pues el dato reforzó los comentarios de algunos funcionarios de la Fed de que la aceleración inflacionaria será transitoria. Con ello, el peso retomó ímpetu bajista y presionó la cotización hacia $19.70. Hace unos momentos, el peso se apreciaba 0.6% cotizando alrededor de $19.73.
En mayo, el índice general de precios al consumo personal (PCE) aumentó en 0.4% m/m, desacelerándose desde el dato de 0.6% m/m en abril. El índice subyacente, que excluye productos como alimentos y energía y es utilizado como referencia para las decisiones de política monetaria de la FED, aumentó en 0.5% m/m. Sin embargo, en comparación anual, la inflación general PCE ascendió al 3.9% y la subyacente hasta 3.4%, su nivel más alto desde abril de 1992.
A pesar de ello, este indicador se ubicó en línea con las expectativas de los analistas y mostró una aceleración mucho más moderada que el mes previo (+1.2 pp). Además, durante mayo los ingresos personales se contrajeron en 2.0% m/m, después de una caída del 13.1% m/m en abril. Sin embargo, esto se debe, en gran medida, a la reducción de los pagos de estímulos fiscales.
Con ello, el gasto personal se mantuvo sin cambios respecto al mes previo. Por componentes, los consumidores han sustituido el gasto en bienes como vehículos y autopartes, que destacaron en el reporte de inflación al consumidor por el incremento en sus precios, y aumentan su gasto en servicios como la recreación y de alimentos cuyos precios se esperan tengan aumentos transitorios.