Elecciones en Argentina: ¿Oposición de miedosos?

Primero arranco con esto y luego bajaré un cambio: “Prefiero perder 10 a 0 habiendo intentado ganar, que quedarme afuera “por penales” sabiendo de entrada que articulaba una estrategia condenada al fracaso”. En la República Argentina, un país de opositores lleno de irrelevantes y descoordinados egos individuales, el peronismo siempre gana porque a la hora de pelear van juntos, sin excepción.

Es preocupante observar como la oposición aparentemente se juega Nash a sí misma y cómo faltando tan poco para las elecciones presidenciales (25 de octubre), el peronismo juega a pura cooperación. Parecería que mientras el peronismo intenta llegar a un first-best, la oposición se queda “Nasheando” en un second-best, lo cual se acerca peligrosamente a una brillante estrategia perdedora.

La forma en que el oficialismo, gobernado por el partido Frente Para la Victoria, de neto corte kirchnerista, provenientes del sector de izquierda del Partido Justicialista o “peronista”, se presentará a las elecciones probablemente hubiese perdido contra una oposición unificada. Entonces, ¿no será que esta oposición virgen no quiere ganar por miedo a lo que se viene? ¿No será que estamos frente a una oposición de miedosos que cede sistemáticamente espacio político? Y si el equivocado soy yo, ¿no es tiempo de poner un delantero en la cancha con mucho valor y demostrarle a la ciudadanía que quieren ganar? ¿No es hora de articular una propuesta clara y opuesta que se diferencie contundentemente del oficialismo?

¡Bajemos un cambio ya! Recuerdo que twitteaba lo siguiente, el pasado miércoles, en plena ola de ventas de ADRs argentinos: “He decidido bajarle un cambio al día, tomarme un café irlandés y escuchar al gran Frank Sinatra”: evidentemente, hay cosas que ya no me importan como antes, ¡Welcome! ¡very welcome!, también tweeteaba en mi cuenta: “Si les digo que en medio del selloff argy de ayer en vez de hedgearme, preocuparme y quién sabe qué más, me fui al cine ¿me creen?” ¿Cuándo fue la última vez que se han tomado una tarde en un día de semana para ir al cine? ¿Cuándo fue la última vez que decidieron que por algunas horas todo les importaba un comino y simplemente se borraron del mundo?

Para quienes dicen que Sinatra es para viejos, les digo ¡Error!, escúchenlo, no tiene fecha de caducidad. Y no es que disfrute perder dinero porque les confieso que el miércoles pasado estaba largo en Argentina hasta la coronilla, con los ADRs marcando por sobre -8% en el intradiario y hacer P&L todavía, me sigue gustando más que el dulce de leche.

Pero justamente en medio de semejante ola de ventas masiva y absorbiendo el impacto de la noticia política que lo había ocasionado y que generó una nota bastante paranoica de mi parte (Acciones argentinas: 3 escenarios según el ganador de las elecciones) de repente, he decidido olvidarme de este mercado deprimente. Ignoré mis cortos en euros, mis largos en las acciones de YPF (BA:YPFD) y Bonar 24, ni siquiera había escuchado las declaraciones del FOMC. Simplemente todo me ha importado un soberano comino y me he quedado escuchando a Sinatra como si nada más importara. Encima, luego me fui al cine ¿Y qué? Obviamente, con un café irlandés muy cerca, y además la mañana estaba muy fría, qué mejor que comenzar largos con el café y también largos con Sinatra...

Puts o Calls, ni loco desnudo en subyacente. Si piensan vivir los siguientes meses hasta que conozcamos al nuevo Sr. muñeco que presidirá esta soberana república argentina al ritmo de mi nota anterior, muy pocos llegaremos vivos a diciembre 2015. Quizá sea mucho más rentable seguir escuchando a Frank Sinatra, borrarse de vez en cuando a ver una película en un cine y adoptar una estrategia “bicho bolita” referida a activos argentinos. Esto alivianará todo el riesgo argentino de la cartera, activa tu cuenta de Youtube, disfruta de un café irlandés si tienes mi suerte y ponte a escuchar al gran Frank.

Definitivamente, Argentina en los próximos meses está para comprarse volatilidad ¡gran tiempo! y esquivar cualquier posición desnuda en subyacente. De ahí surge mi artículo anterior sugiriendo posiciones de opciones múltiples. Además, confieso que, mientras termino de escribir este artículo, cada vez me convenzo más que, al menos por lo que resta de 2015, pienso escuchar mucho más a Sinatra que a la eterna e interminable secuencia de opinadores políticos que pululan en mi país, muy lejos de cualquier posición subyacente en acciones argentinar y en un escenario de bajas probabilidades que todavía me queden ganas de apostar a la ruleta (o timbear) en Argentina. Quizá me reserve algún put o call en ADRs según cómo me cruja el estómago.

En conclusión: pienso esperar las elecciones argentinas neutral équity subyacente, comprado volatilidad y por sobre todo, muy largo con Sinatra.

¿Será que la única grandeza relevante es la del espíritu? Y parafraseando mi delirante nota anterior, al fin de cuentas grande o pequeña, o viceversa, lo único importante es la grandeza del alma, atributo astronómicamente escaso en la política argentina.

Lo relevante es que a pesar de vivir en un mundo lleno de problemas, podamos tener grande el corazón para que en un día como el de la semana pasada, un café irlandés sea capaz de emocionarnos con un Frank Sinatra de fondo y permitirnos colgarnos en un mundo mucho mejor al que nos solemos permitir cotidianamente.

Debo confesar que como trader hace muchos años, he comprendido perfectamente el significado de la ambición, pero cuando veo muñecos o muñecas locales que dedican su vida entera,¡100% entera!, sólo a ese efecto me pregunto: ¿Ey man, Ey girl, cuántos cafés irlandeses y cuántos Frank Sinatras te perdiste sólo por olvidarte que la verdadera felicidad radica en la simpleza de las cosas? ¿Tan importante será quedar en un libro de historia o en una estatua de mármol en una plaza perdida de pueblo?

Qué bueno a veces es bajar un cambio y mirar las cosas desde otro ángulo dejando que el steady state se realice a sí mismo sin desafiar las leyes dinámicas del sistema. Quizá a la torta había que ponerla al horno con canela y cognac pero además escuchando al gran Frank, gracias café irlandés, hermosa canción me regalaste. Chau, seguiré disfrutando de mi delirio actual y ganando gamma irlandés.