Tras un inicio de año prometedor para los mercados emergentes (EM, por sus siglas en inglés), con una escalada del 10% durante el mes de enero para el ETF EEM (el índice Emerging Markets de MSCI), que alcanzó máximos de 52 dólares, se originó una fuerte reversión bajista y siete meses más tarde, la cotización ha retrocedido hacia instancias de 42-41 dólares, lo que representa una caída cercana al 20% desde los máximos antes mencionados.
Dado este comportamiento de reversión bajista que han tenido los mercados emergentes en lo que va de año, periodo que ha estado incluso acompañado por una depreciación generalizada en el tipo de cambio de los principales países de referencia, surge claramente la duda de si la baja en curso es sólo un movimiento correctivo temporal, definido por las ganancias acumuladas en todo el trayecto que va desde los mínimos de comienzos de 2016, o si por el contrario, debemos preocuparnos y asumir que estamos nuevamente en presencia de un escenario de debilidad mayor, ya sea similar al visto entre 2011 y 2016, o peor aún: el vivido en el año 2008, cuando se desató la crisis sub-prime.
Vale mencionar que cuando analizamos el mercado emergente y centramos la atención en su principal ETF de referencia, el EEM, en uno de los mercados en los que mayor foco estamos haciendo es el de China, ya que este representa un 29% en la composición de este ETF, tal como puede apreciarse en el siguiente gráfico:
Si, a su vez, le sumamos que los siguientes países que más afectan a la composición de este ETF son Corea, Taiwán y la India, que impactan en su conjunto con un 64% sobre el comportamiento de estos mercados, dado el difícil contexto internacional que se vive, con commodities en mínimos de los últimos diez años y con guerra comercial incluida con los Estados Unidos, el comportamiento del ETF no deja de ser un indicador clave de lo que podemos esperar tanto para el mercado asiático en particular, como así también para todos los mercados emergentes en su conjunto, donde obviamente también ingresan países de referencia como Rusia y países de la región, como México y Brasil.
En relación a lo expresado, en el presente artículo pasaremos a determinar las condiciones técnicas que muestra el ETF, para reconocer si la baja en desarrollo aún puede ser considerada como correctiva para que luego el avance en el precio pueda quedar retomado, o si por el contrario, deberemos asumir que estamos en puertas de un nuevo mercado bajista, que nos anticipa mayores problemas para estos mercados hacia adelante.
Análisis técnico del ETF EEM
Como mencionamos más arriba, la baja acumulada de este ETF desde los máximos del año de 52 dólares ya es cercana al 20%.
Actualmente, desde lo técnico resulta posible considerar que esta baja se trata sólo de un movimiento correctivo al avance desarrollado previamente por este mercado, entre comienzos del año 2016 y justamente comienzos de 2018.
Si esta lectura técnica es correcta, la zona de 40-37 dólares se muestra como principal área de contención de la baja en curso, donde el piso correctivo debería ser conseguido y el avance en los precios debería quedar retomado, no sólo con intención de recortar las pérdidas acumuladas en el presente año, sino incluso buscando acceder hacia nuevos máximos para adelante.
Fuente: DIF Markets
Técnicamente, se necesita de un avance del ETF por encima de la zona de 44-45 dólares para contar con un primer indicio de que el piso correctivo de este instrumento pudo haber sido conseguido y que el avance de este mercado haya quedado ya retomado; esto a pesar que la confirmación de una reanudación tendencial alcista recién la podremos tener con superaciones de la zona de 47,5-48 dólares.
Ahora, vale mencionar que si la debilidad actual de este mercado se acentúa en las próximas semanas y ante ello, la zona de 40-37 dólares termina siendo perforada, técnicamente este mercado quedará vulnerable, debiendo considerar con alto grado de probabilidad que los máximos del mes de enero pasado han sido de singular importancia y que la baja desde entonces ya no se trataría de un movimiento temporal y correctivo, sino que sería parte de un movimiento de caída mayor que buscaría no sólo recortar de manera íntegra las ganancias acumuladas desde comienzos del año 2016, sino que incluso podría buscar niveles inferiores, obviamente ya evidenciando un escenario de crisis global importante.
En relación a lo propuesto, desde lo operativo deberemos estar muy atentos, ya que al encontrarnos en cercanía a la zona de contención sugerida entre los 40-37 dólares, bien podríamos considerar desde lo especulativo como una zona de compra, bajo la expectativa de que esta caída sea sólo de carácter correctiva y que, desde la zona mencionada, la senda alcista en los precios pueda quedar retomada.
Otra alternativa operativa podría estar orientada a esperar primero el reconocimiento de la zona de soporte propuesta, y recién con recuperaciones por encima de los 45 dólares comenzar a observar las posibilidades de ingresar del lado comprador, para luego potenciar la posición con confirmaciones alcistas ante el quiebre de los 48 dólares hacia más adelante.
En cualquier caso, lo que debemos dejar claro es que una visión optimista de fondo para este mercado no admite debilidades en los precios más allá de la zona de los 40-37 dólares, con lo cual, el quiebre de esa zona debería actuar como stop loss a cualquier estrategia compradora, asumiendo que dicho quiebre nos estaría indicando que el escenario bajista en este mercado será de importancia hacia los próximos meses, y que palabras como crisis, estrés, incertidumbre, negativismo, depresión, pasarán a ganar lugar en los titulares de los principales medios del mundo.