La actual crisis sanitaria mundial nos tiene prácticamente a todos en casa y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya había hecho sus previsiones, en las cuales advirtió que el año 2020 sería el peor año de la historia para el sector petrolero: la demanda del producto ha caído a niveles mínimos y los tanques de reserva se han quedado sin espacio libre para seguir almacenando barriles.
Entendido este punto, vamos a agregar un concepto, y es el de contrato de futuro. Un contrato de futuros es un contrato o acuerdo que obliga a las partes contratantes a comprar o vender un número determinado de bienes o valores (en este caso petróleo) en una fecha futura y determinada. Dichos contratos también se negocian en las bolsas de derivados, quienes emiten los contratos y los estandarizan para su comercio.
Básicamente los traders y coberturistas los usamos para dos fines diferentes.
Los primeros lo usamos para fines especulativos, es decir, buscamos un beneficio en la evolución de su precio (sea al alza o a la baja, podemos ganar en ambas direcciones) y debemos deshacernos del contrato antes de su vencimiento (con su respectiva ganancia/pérdida); de lo contrario, tendríamos que recibir el producto.
Los segundos los usan para cubrir sus riesgos. Por ejemplo: una aerolínea -que depende en gran medida de los precios de petróleo para fijar sus tarifas- podrían comprar futuros financieros en el mercado a un precio determinado para protegerse de un posible aumento del precio en el futuro.
Como les comenté en el párrafo anterior, los contratos de futuros llevan sus condiciones establecidas, entre ellas, la fecha de vencimiento. Al ser el petróleo un producto subyacente físico, el vencimiento de dicho contrato viene acompañado de la entrega del producto. Así que cualquiera que estuviera dispuesto a almacenar petróleo ayer en Texas era capaz -tal vez- de hacer el mejor negocio de su vida, pero ¿por qué?
El día de ayer, a los compradores se les llegó a pagar hasta de 40 dólares por comprar un barril de petróleo. Sí, leíste bien: los vendedores tenedores de esos contratos pagaron a los compradores para venderles barriles de petróleo. Esto, debido a una peculiaridad del mercado, ya que la caída de la demanda mundial provocada por el coronavirus empujó el precio del WTI (contrato de mayo) a territorio negativo por primera vez en la historia y, debido a que la fecha límite para esos contratos de mayo vencen hoy, los traders desesperados se apresuraron a venderlos antes de su expiración para evitar tener que lidiar con la logística y gastos de recibir el producto.
Pero esta caída tiene también otra explicación. El retroceso del precio que vimos ayer se debe, en gran parte, a un concepto financiero llamado "contango". Esta es una situación financiera en la que el precio de un activo vale hoy menos que en el futuro, porque las expectativas de los traders y comercializadores es que el precio siga en las mismas condiciones y no haya una recuperación de la demanda de petróleo.
En este caso, lo normal es que quien tenga un contrato más cercano a expirar obtenga un mejor precio por ese contrato, debido a que los comerciantes de crudo aprecian más este tipo de contratos que pueden hacerse efectivos en un plazo más corto para afrontar la demanda de los días siguientes. Sin embargo, este no es el caso de estos días de demanda significativamente baja. Al tener una demanda en mínimos históricos sucede que el contrato con vencimiento en junio 2020 tiene más valor que el contrato actual.
Normalmente los traders de petróleo no tienen problema con vender sus contratos a una refinería u otro negocio que requiera el producto antes de la fecha límite y aunque la OPEP se ha comprometido a recortar nuevamente la producción, estos recortes aún no han tenido un impacto en un mercado inundado de existencias.
Nadie quiere petróleo ahora, pero debemos tomar en cuenta que el suceso del día de ayer marcó un precedente histórico. Por lo que podemos estimar que, si la situación demanda/almacenamiento se mantiene sin cambios al vencimiento del contrato siguiente, o incluso antes (que para el momento de escribir este artículo, el WTI se encuentra cotizando en 14.90 dólares), podríamos ver de nuevo el mismo escenario, pero intensificado, sin duda alguna.