• El rendimiento del bono de 10 años registró un nuevo máximo de 1.62%.
• La economía estadounidense reabriría casi en su totalidad a partir del 4 de julio.
• La inflación al productor subió de 1.7% anual en enero a 2.8% en febrero.
El comportamiento de los Bonos del Tesoro sigue preocupando a los mercados
Tras una semana de pausa en la escalada de los rendimientos de los Bonos del Tesoro estadounidense, los mercados financieros registran una nueva dosis de nerviosismo luego de que la tasa ofrecida por el bono de 10 años llegara a un nuevo máximo de 1.62%. El movimiento se da luego del discurso optimista que Joe Biden pronunció ayer por la tarde en el contexto de la aprobación de nuevos estímulos fiscales, así como por la publicación de la inflación al productor del mes de febrero que subió de 1.7% anual a 2.8% y de la confianza del consumidor que llegó a un máximo de 12 meses. De esta manera, el alza en los bonos ha generado un sesgo negativo durante la apertura de los mercados accionarios, además de una reversión en la debilidad del dólar que pasó de 91.55 a 91.86 puntos.
La economía estadounidense reabriría casi en su totalidad a partir del 4 de julio
El principal catalizador del movimiento de hoy ha sido la perspectiva alentadora que el presidente de Estados Unidos soslayó para los próximos meses. De acuerdo con lo mencionado, la vacunación contra el Covid-19 estaría abierta para todos los adultos del país en el mes de mayo, lo que permitiría que la economía operara casi en plena normalidad para julio. Hasta ahora, la aplicación de las vacunas en este país ha superado ampliamente las expectativas, pues si bien el objetivo del gobierno era vacunar a 100 millones de personas para finales de abril, al 12 de marzo se registran 98.2 millones de dosis aplicadas.
La inflación al productor subió de 1.7% anual en enero a 2.8% en febrero
El segundo factor detrás del alza en los bonos tiene que ver con la publicación de datos que alimentan el temor de una mayor inflación en el corto plazo. En primer lugar, el fuerte repunte en la inflación al productor hace pensar que los incrementos en costos se trasladarán al consumidor, pues tanto la inflación general como la subyacente se ubicaron por encima del 2.0% anual. Por otro lado, el indicador de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan llegó a 77.5 unidades, lo que implica una mejora sustancial frente a las 70.7 previas y las 74.0 estimadas por el consenso y sugiere presiones del lado del consumo.
¿Qué esperar?
A pesar de que el avance de los precios al consumidor de febrero disipó algunas de las dudas sobre la sostenibilidad de la política monetaria ultra laxa en Estados Unidos, los eventos de las últimas horas han reavivado poderosamente el miedo a inflaciones elevadas. Dada la dinámica observada, consideramos que el riesgo de que las expectativas se desanclen es alto, por lo que esperamos que la Fed vaya más allá de las palabras y anuncie alguna adaptación a su estrategia durante la reunión de los próximos 16 y 17 de marzo. Tras la publicación de los datos, el peso mexicano se ha mantenido volátil en torno a los $20.75 por dólar.