- La inflación CPI fue de 3.7% anual va 3.6% esperado y 3.2% previo.
- El aumento se debe en gran medida a presiones en los energéticos (+5.6% mensual).
- La inflación subyacente no tuvo muchos sobresaltos y bajó de 4.7% a 4.3% anual.
Los resultados no alteran la expectativa de que la Fed deje las tasas sin cambios
Esta mañana, la atención está puesta en el dato de inflación de Estados Unidos que fue de 0.6% mensual y 3.7% anual, ligeramente por encima de las expectativas. La inflación es clave para la formación de expectativas de política monetaria, pero los mercados han reaccionado poco a la sorpresa alcista al considerar que incremento en los precios no será suficiente para justificar un nuevo incremento de tasas en la reunión de la Fed del 19 y 20 de septiembre. Lo anterior porque gran parte del efecto proviene del alza súbita en los precios de los energéticos (+5.6% mensual, -3.6% anual), mientras que la inflación subyacente resultó en parámetros más normales (+0.3%, 4.3%). Dados los trazos de debilidad en varios de los indicadores de actividad económica que se han publicado recientemente es posible que el incremento en los energéticos no se sostenga por mucho tiempo y, si esto ocurre, la inflación asegurará su regreso a los objetivos de política monetaria en los próximos 12 meses.
La inflación subyacente no tuvo muchos sobresaltos y bajó de 4.7% a 4.3% anual
De manera desglosada, los elementos de la categoría de energéticos fueron prácticamente los únicos que crecieron por encima de la tasa mensual de la inflación general. Dichos movimientos están conectados al alza de 25% que han registrado las principales referencias globales desde inicios de julio por los recortes adicionales a la producción que ha comenzado a ejecutar Arabia Saudita. Más allá de ello, solo la categoría de bienes del sector salud mostró presiones debido a un alza de 1.9% mensual en los medicamentos de venta sin receta. Ello pudiera estar relacionado con el incremento en casos de Covid que se ha registrado en varias naciones durante las últimas semanas y, al igual que en el caso de los energéticos, de momento no representa un riesgo manifiesto para la tendencia bajista de mediano plazo de la inflación subyacente en Estados Unidos.
¿Qué esperar?
Luego de un par de meses con una dinámica alentadora, el comportamiento de la inflación fue menos luminoso. El repunte desde los niveles de 3.0% alcanzados en junio hasta los de 3.7% actuales seguirá generando incomodidad al interior de la Reserva Federal como para pensar que su narrativa se relajará a finales de año. Sin embargo, los matices expuestos en los párrafos anteriores limitan el corte catastrófico que pudiera darse a la interpretación de los datos y en su lugar creemos que las autoridades de política monetaria no encontrarán motivos para seguir incrementando la tasa de referencia. Seguimos pensando que si la inflación subyacente regresa a estregar lecturas debajo de 0.25% en septiembre y octubre -un escenario con buena probabilidad de ocurrencia- el techo en la tasa se consolidará en 5.25% - 5.50%.