Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Forex se prepara ante el anuncio de los bancos de EE.UU. y Nueva Zelanda
Durante las 24 horas que preceden a la reunión de octubre de la Reserva Federal, hemos observado cómo el dólar se ha consolidado con respecto al euro y ha perdido posiciones frente al yen. Esta falta de consistencia refleja las dudas del mercado en cuanto a la política monetaria de la Fed y la naturaleza de sobreventa del EUR/USD. Hace un mes, los responsables de la política monetaria de Estados Unidos dejaron pasar la oportunidad de subir los tipos de interés aunque afirmaron con mucha seguridad que la subida podría comenzar pronto, incluso afirmaron que la de octubre era una reunión relevante a este respecto, pero esa opción ya no está sobre la mesa. Nadie espera que la Reserva Federal suba los tipos este miércoles y no debería sorprendernos que no se dignaran a proporcionar ninguna señal acerca de su intención de subirlos antes de que finalice el año.
No hay rueda de prensa prevista al término de esta reunión y no se publicará ninguna actualización de los pronósticos económicos, lo que significa que el anuncio del FOMC es la única oportunidad de la Fed para comunicar sus expectativas yen ninguna parte del anuncio del banco central se hace referencia al día/momento/año adecuado para la subida de los tipos. Por el contrario, declararon que “El comité prevé que será adecuado subir su objetivo sobre el rango de los fondos federales cuando se haya observado una nueva mejora del mercado laboral y que confía bastante en que la inflación volverá a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo”. Si este argumento se mantiene, como probablemente lo hará, los alcistas del dólar estarán más inclinados a pensar que la subida de los tipos de interés sigue sobre el tapete, mientras que los bajistas del dólar respirarán tranquilos al saber que el banco central sigue en modo “a ver qué pasa” porque no creen que sea necesario reafirmar su postura agresiva. La evolución del dólar dependerá de cualquier variación de la evaluación económica de la Fed.
Si echamos un vistazo a la tabla que se muestra a continuación, la Fed tiene mucho más de lo que preocuparse en octubre que en septiembre. Este mar de cifras en rojo refleja más deterioro que mejora en cuanto a la economía de Estados Unidos desde la última reunión de la Fed. El crecimiento del empleo se ha ralentizado, los salarios se han estancado, la inflación ha descendido, la actividad de los sectores manufacturero, inmobiliario y de los servicios se ha debilitado, el déficit comercial se ha hinchado como un globo y los datos sobre las ventas minoristas y la confianza de los consumidores han sido dispares. Los precios del petróleo también han descendido, dejando a los responsables de la política monetaria de Estados Unidos sin ninguna ilusión para lo que queda de octubre. La implementación de medidas de relajación por parte de China y las expectativas de estímulo del BCE son un arma de doble filo para la Fed. Una de las grandes preocupaciones de la Reserva Federal el mes pasado era que el fortalecimiento del dólar y la implementación de medidas de expansión cuantitativa en el extranjero hicieran subir aún más el billete verde. Esto supone un problema para Janet Yellen ya que el fortalecimiento de la divisa obstaculiza la inflación y la actividad comercial. Además, China y el BCE están tomando medidas para estimular sus economías y evitar la ralentización. La incertidumbre suscitada a escala mundial ha sido también una de las principales preocupaciones de la Fed. De manera que, aunque puede argumentarse que la implementación de estímulos en el extranjero es buena para los mercados de Estados Unidos y facilita que la subida de los tipos de interés de la Fed se materialice en diciembre, las razones por las que estos bancos centrales están ampliando sus medidas de relajación monetaria y las consecuencias para el dólar podrían también disuadirles a la hora de realizar ajustes. La mejor opción sería que la Fed esperara a ver qué pasa y aprovechara esta oportunidad para mantener inalterada la mayor parte de su declaración política. Hay más traders estadounidenses posicionados para un fiasco que para una decepción.
Los traders del dólar neozelandés, sin embargo, esperan percibir optimismo en el tono del Banco de la Reserva. Si echamos un vistazo a la tabla que se muestra a continuación, se ha producido una amplia mejora en la economía de Nueva Zelanda desde la reunión sobre política monetaria de septiembre. Durante el mes de octubre, la actividad de los sectores manufacturero y de los servicios se ha acelerado, la confianza empresarial ha aumentado, los precios de la lactosa se han recuperado, la actividad del sector inmobiliario avanza a buen ritmo y ha aumentado también el optimismo de los consumidores en cuanto a la economía. El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda tiene muchas razones para estar satisfecho con los últimos acontecimientos pero la ralentización de China y la rápida apreciación de la divisa son un gran problema que podría amenazar su recuperación. Durante el mes pasado, el par NZD/USD ha ascendido con respectivo a los mínimos de 0,6250 hasta 69 centavos, mientras que el AUD/NZD ha caído desde máximos de of 1,1350 hasta mínimos de 1,0575. Si el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda sólo hablara de las mejoras de la economía, se arriesgarían a que el NZD se disparara aún más. Tras haber recortado los tipos en tres reuniones consecutivas de septiembre, el gobernador Wheeler advirtió de que “es probable que el tipo de cambio oficial vuelva a descender”. Aunque no hace falta volver a recortar los tipos en octubre, la subida del dólar neozelandés debería animar al banco central a mantener sin cambios sus previsiones.
El par de divisas que mejor actuación ha ofrecido hoy ha sido el USD/CAD, que se ha alejado de su EMA de 50 días para negociarse por encima del nivel de 1,32 tras el descenso de los precios del petróleo. El precio del petróleo cayó por tercer día consecutivo y registró mínimos de siete meses. El USD/CAD parece ir a sobrepasar el nivel de 1,33 pero, como no hay informes económicos relevantes pendientes de publicación esta semana (sólo las cifras mensuales del PIB), lo lejos que llegue el USD/CAD dependerá de la actuación del dólar y su impacto sobre los precios del petróleo. El AUD/USD retrocedió ligeramente a la espera del informe sobre el IPC del tercer trimestre. La caída de los precios de las materias primas podría provocar una disminución de las presiones inflacionarias.
La libra ha perdido posiciones tras la publicación de las dispares cifras del PIB. La economía del Reino Unido se expandió en un 0,5% durante el tercer trimestre, frente a los pronósticos que hablaban de un 0,6% tras el crecimiento del 0,7% registrado durante el segundo trimestre. Esto situó la tasa anual de crecimiento en el 2,3% frente al 2,4%. Sin embargo, como ha indicado nuestro colega Boris Schlossberg, poco después de la publicación de estos datos, la divisa británica revirtió sus pérdidas ya que “la primera lectura del PIB del Reino Unido sólo cubría el 50% de loa datos, lo que prácticamente se limita al componente de producción de la economía. A falta de dos revisiones del PIB, hay muchas probabilidades de que la revisión se realice al alza, especialmente teniendo en cuenta que las cifras sobre ventas minoristas del Reino Unido han demostrado ser mucho más robustas de lo previsto, lo que contribuye al crecimiento global de la demanda”.
Mientras, la ausencia de informes económicos en la zona euro ha mantenido el EUR/USD prácticamente inalterado. El par de divisas sigue consolidándose tras la brusca caída de la semana pasada pero el rumbo de menor resistencia se mantiene aún a la baja, sobre todo después de las declaraciones de Praet, miembro del BCE, que ha desvelado todas las opciones que se está planteando el banco central. Praet aseguró que “no hay ningún tabú en cuanto a las posibles medidas del BCE ya que el riesgo de debilitamiento del crecimiento y la inflación es real”.