Después de un mes de espejismos como lo fue marzo, donde los indicadores económicos tuvieron un desempeño por encima de lo que habían mostrado en los meses pasados, nos ha alcanzado la resaca de abril. La caída en la actividad económica de México durante el cuarto mes del año se asemeja mucho a la caída de Robben en el partido contra México, se cae de nada, influenciada por factores estacionales.
La inversión bruta fija durante abril se contrajo 3.5% en términos anuales desde una expansión de 2.1% en el mes inmediato anterior y frente al cambio de -2.5% que esperaba el mercado. Si bien, nosotros habíamos advertido hace un mes que el efecto semana santa había sido el responsable de que marzo tuviera un alza que no coincidía con los datos de meses previos, es un dato que sorprendió al mercado de nueva cuenta al reflejar un desempeño mucho peor de lo previsto.
La inversión enfocada a la construcción ligó su mes número 19 en contracción, el último dato positivo fue en septiembre de 2012, antes de que el actual Presidente tomara protesta como máximo mandatario del país. La inversión en construcción cayó 2.9% para promediar un -2.2% entre marzo y abril. Las nuevas reglas de vivienda así como la rigidez para el otorgamiento de apoyos financieros a las desarrolladoras, fueron las que minaron la inversión en el sector donde la inversión residencial cayó 1.8%, pero a estas alturas, la de peor desempeño es la construcción no residencial, la cual se contrajo 3.7% en términos anuales, lo cual nos indica que permanece un retraso en los proyectos de infraestructura, factor que sin duda será un lastre para el crecimiento del segundo trimestre donde ya nos tememos un dato decepcionante.
Sin embargo, la inversión en maquinaria y equipo también se vino abajo. En este caso no podríamos escandalizarnos tanto pues también fue influenciada por el efecto calendario. En especial las importaciones que después de subir 13.7% en marzo, se cayeron 5.4% en abril, el promedio de ambos meses en este sentido es de +4.1%. Del mismo modo, la inversión en maquinaria nacional se cayó 2.2% y en este caso, se suavizó respecto de la caída del mes de marzo, por lo que podría ser que en mayo traiga un número positivo de nueva cuenta.
El mes de abril será el último con sesgo estadístico, y en este caso, a la baja, pero los datos no son muy alentadores. El segundo trimestre para la economía mexicana no será el que muchos esperaban. Ya lo decíamos ayer en el Cierre de la BMV-CONSUMO FRECUENTE RT, las ventas de tiendas ANTAD se contrajeron en términos anuales durante junio, el último mes de este trimestre, con lo que el consumo no termina por consolidarse. Por ahora, el pronóstico para el segundo trimestre de Llamadinero es 2.5%, pero en las siguientes semanas podríamos hacer una revisión para este y para el pronóstico de todo el año que por el momento se mantiene en 2.7%.