Imitar el comportamiento de los multimillonarios en ciertos aspectos es posible y, sobretodo, potencialmente beneficioso.
Los inversores más adinerados cuentan con acceso privilegiado a las mejores alternativas de inversión disponibles en el mercado, pero existen ciertas prácticas que éstos tienen en cuenta para acertar en sus negocios, y es algo que usted también puede seguir.
Así, no es necesario nacer con un “factor X” o un super poder para invertir con éxito. Simplemente, se necesita tener en cuenta una serie de principios y hábitos establecidos por los más sabios en este ámbito.
Según un reporte de CNBC, una investigación llevada a cabo por la firma SigFig dentro de un universo de 330.000 inversores, establece 3 conductas clave para lograr el éxito financiero.
El estudio desarrollado por la consultora evidenció que los individuos en mejor posición económica dentro del grupo estudiado invierten de manera diferente al resto. Estos inversores representaron el 25% del total de las personas que participaron en la investigación, y mostraron inclinaciones a tener en cuenta los consejos comunes de los asesores financieros, que aunque son conocidos entre las masas, son pocos los que se rigen realmente por ellos.
Se trata de: incurrir en la menor cantidad de cargas impositivas por cada operación de inversión, evitar que el pánico controle sus decisiones financieras y prescindir de los cambios constantes en su portafolio.
En vista de que los inversores que cuentan con un patrimonio significativo tienen más posibilidades de contratar los servicios de un asesor financiero que un ahorrista común, han logrado comprender -a través de las sugerencias de estos especialistas- que es importante prestar atención a los impuestos que conlleva realizar operaciones con cada instrumento del mercado.
Así, buscar alternativas que cumplan con sus expectativas, y a su vez, no generen una carga impositiva de gran magnitud, es una práctica que los inversores exitosos consideran obligatoria.
Sumado a ello, estos individuos evitan invertir en función de sus emociones, puesto que eso conlleva a romper con la estrategia de negocios preestablecida. El afán de tratar de encontrar el timing perfecto para hacer ciertas jugadas es una conducta nociva, debido a que lograrlo es prácticamente imposible, y en el intento, usted puede perder mucho dinero. Por eso, evitar el pánico a la hora de invertir es un hábito sano para su capital.
Por último, es fundamental reducir los cambios constantes en la cartera que eventualmente tienden a producir inestabilidad en la misma. Este principio va de la mano de la necesidad de evadir las “inversiones emocionales” y le permitirá concentrarse en sus metas financieras a largo plazo, en lugar de distraerse con el futuro inmediato y la volatilidad que lo empaña.
Tenga en cuenta estos hábitos de los que realmente saben de negocios a la hora de definir un plan que le permita multiplicar su patrimonio.