- La inflación de marzo se ubicó en una tasa anual de 2.6%, mientras que la tasa mensual el Índice de Precios al Consumidor avanzó 0.6%, impulsado por el incremento mensual de 9.1% en los precios de las gasolinas.
- La inflación subyacente (excluyendo los alimentos y la energía) se ubicó en una tasa mensual de 0.3% y anual de 1.6%.
- A pesar de que, durante marzo ya se observó un aumento en la inflación debido a la baja base de comparación se espera que en abril el impacto sea mayor pues durante este mes del 2020 la inflación tuvo su mayor caída mensual, al retroceder 0.7%. Por lo anterior, se estima que en abril la inflación anual se ubique cerca de 3.9%, seguido por una tasa superior al 4.0% en mayo, algo no visto desde septiembre del 2008.
En Estados Unidos la inflación de febrero se ubicó en una tasa anua l de 2.6% (Figura 1), ligeramente por encima de las expectativas del mercado de 2.5%. Este es primer mes que la inflación se ubica por arriba del 2.0% desde febrero del 2020 y además es su mayor nivel desde agosto del 2018, cuando la inflación anual fue de 2.7%. En su comparación mensual la inflación fue de 0.6%, impulsada principalmente por el alza en los precios de la energía, específicamente por los precios de la gasolina (+9.1%), representando cerca de la mitad del aumento mensual del Índice de Precios al Consumidor.
La inflación subyacente, la cual sirve como un mejor indicador sobre la tendencia de la inflación a largo plazo, se ubicó en una tasa anual de 1.6%, luego de
haberse ubicado en 1.3% en febrero. En su comparación mensual, el componente subyacente avanzó 0.3%. Al interior, 6 de las 7 principales categorías mostraron avances mensuales en su índice de precios (Figura 4). Por un lado, el índice de precios referente a los bienes mostró un aumento mensual de
0.1%, mientras que el de servicios incrementó 0.4%. Lo anterior, es consecuencia del avance en la campaña de vacunación y el relajamiento de las medidas de confinamiento, lo que ha permitido la reactivación del sector terciario.
El mayor incremento se observó en los precios de los servicios de transporte, al mostrar una inflación mensual de 1.8%, luego de tres meses de contracciones. No obstante, a tasa anual los precios de estos servicios continúan mostrando un retroceso de 1.6%. Resalta el aumento mensual de 11.7% en los precios de los servicios de renta de automóviles, lo que indica la preferencia de los estadounidenses por viajar en carro. Por su parte, las tarifas de avión mostraron un ligero avance mensual de 0.4%, mostrando una contracción anual de 15.1%. De manera similar, se observó un incremento mensual de 0.5% en el índice de precios de automóviles y camionetas usadas, mostrando una inflación anual de 9.4%.
Por otro lado, la única contracción mensual se observó en el índice relativo a los precios de la ropa, el cual disminuyó 0.3% en marzo, siendo el segundo retroceso consecutivo.
En cuanto a la inflación no subyacente, los precios de los alimentos aumentaron ligeramente a una tasa mensual de 0.1%, después de haber avanzado 0.2% durante febrero y siendo el cuarto avance consecutivo. A tasa anual, el índice de precios de los alimentos se ubicó en una tasa de 3.5%, menor a la inflación de 3.6% observada en febrero, aunque permaneciendo en un nivel elevado ante los efectos de la pandemia. Al interior, los precios de los alimentos para consumo en casa aumentaron 0.1% mensual, limitado por la contracción mensual de 0.5% en el índice de precios de los productos lácteos.
Por otro lado, los precios de los alimentos fuera de casa avanzaron a una tasa mensual de 0.1%. Este componente sigue siendo limitado por el índice de precios referente a los alimentos en lugares de trabajo y escuelas, el cual mostró una contracción mensual de 13.3% en marzo.
Por su parte, el índice de precios de la energía aumentó 5.0% con respecto a febrero, hilando diez avances mensuales consecutivos y siendo el mayor incremento mensual desde septiembre del 2017. En su comparación anual los precios de la energía muestran una inflación de 13.5%, siendo el segundo mes con un incremento anual desde febrero del 2020. La magnitud del incremento anual en los precios de la energía se debe en parte a la baja base comparación, pues en abril del año pasado estos precios disminuyeron 17.6% anual. Al interior de los energéticos, el mayor aumento mensual se observó en los precios de las gasolinas, al avanzar 9.1% con respecto a febrero. Es importante mencionar que, la movilidad en carro en Estados Unidos, ha superados sus niveles pre pandemia, mostrando un incremento de 25%. No obstante, la movilidad en transporte público continúa ubicándose 37% por debajo del nivel pre pandemia, de acuerdo a los datos publicados por Apple (NASDAQ:AAPL).
Observaciones generales
Hacia adelante, se espera que la inflación continúe al alza durante los meses de abril y mayo, derivado de la baja base de comparación, recordando que en abril del 2020 la economía permaneció cerrada, ocasionando una fuerte caída en el nivel de precios. Asimismo, la distribución de los cheques directos por 1,400 dólares incluidos en el paquete de estímulos de 1.9 billones de dólares, podría causar presiones inflacionarias debido a un mayor flujo de dinero en la economía.
Grupo Financiero Base, estima que la inflación promedio en el 2021, podría ubicarse cerca del 3.0% (Figura 4), debido al efecto de baja base comparación y a las posibles presiones inflacionarias ante la reactivación de la economía. Cabe recordar que, la administración de Joe Biden ha mencionado que espera que para julio de este año se logre una reapertura completa de la economía. A pesar de que se espera que la inflación de Estados Unidos cierre el año en un nivel cercano al 3.0%, la Reserva Federal ha mencionado que se necesitan periodos con mayor inflación para lograr el promedio deseado de 2.0%. Aunado a la inflación, en el resto del año será relevante la recuperación en el mercado laboral, donde aún faltan 8.4 millones de empleos por recuperar para alcanzar el nivel pre pandemia.
Bajo este contexto, es probable que la Fed mantenga su postura flexible por el resto del año y comience a reducir su programa de compra de bonos en el 2022, una vez que el mercado laboral esté más cerca de una recuperación completa. No obstante, es probable que los mercados financieros sigan especulando sobre un posible cambio en la postura de la Reserva Federal, a medida que la inflación muestre incrementos en los próximos meses.