La Fed no subió tasas en la pasada reunión de septiembre. Nuestro pronóstico era que no subiera las tasas, (If the Fed is consistent, it should not hike interest rates, o Si la Fed es congruente no debería subir tasas) y el principal argumento que vertimos era el comportamiento de la inflación, el cual se había deprimido antes de la reunión.
Hoy, por las minutas, sabemos que también fue ese el principal obstáculo para que la Fed incrementara las tasas. El otro, por supuesto, fue la amenaza de China sobre el crecimiento y la inflación de Estados Unidos.
Según las actas de la reunión, los funcionarios de la Fed están conformes con la evolución del mercado de trabajo, que está cerca del pleno empleo. Sin embargo, todavía no están convencidos de que la inflación vaya a retornar al objetivo de 2.0%. Con la meta de empleo alcanzada, la decisión de la Fed descansa, en mayor medida, en la confianza que tengan en que la inflación vaya a regresar al objetivo de 2.0%. La inflación se ha ubicado por debajo de esa meta durante los últimos tres años.
En lo que se refiere a los riesgos globales derivados de la desaceleración de China, también hubo funcionarios que consideraron conveniente esperar hasta poder evaluar mejor qué repercusiones tendría sobre el crecimiento y la inflación estadounidense.