Dos semanas después de la reunión del Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) se publica la minuta de tal encuentro, la cual es escrutada detalladamente por los agentes económicos tratando de identificar en el fraseo de su contenido los consensos y divergencias entre los miembros de dicho comité, que en última instancia, marcarán la intención de cambiar el costo del dinero en la economía.
Para preocupación de muchos, la expansión de liquidez generada por los bancos centrales de EE.UU, Inglaterra, Japón y la Unión Europea creó un ambiente de negocios donde proliferaron actividades apuntaladas en dinero barato, léase recompra de acciones, fusiones, adquisiciones de competidores, incrementos de dividendos y el montaje de portafolios de renta fija altamente apalancados.
Las actividades mencionadas en el párrafo anterior no son moralmente condenables, ni mucho menos, era lo que tenían que hacer los ejecutivos de empresas y los gerentes de fondos de inversión en tales circunstancias.
El problema surge ahora, cuando tímidos reportes de repuntes en EE.UU., sugieren que la Reserva Federal (FED) deja de tener argumentos para mantener las tasas de interés artificialmente bajas, y por lo tanto debe comenzar a actuar.
Como todo ecosistema artificialmente intervenido, llega un momento en que no puede mantener el statu quo, y debe mutar. Parte de la preocupación de los actores del mercados radica en saber sí tal momento efectivamente llego. Si no es el caso, los que se anticipan salen prematuramente del juego, liquidando posiciones, tomando beneficios y también pérdidas, y sin posibilidad de volverse a meter en el mismo, porque los costos de entrar de nuevo no lo justifican.
Si el momento de cambiar llegó, en respuesta a una FED mucho más decidida a dejar subir las tasas de interés porqué la economía puede soportar los ajustes que vienen, quien no reaccione a tiempo pagará las pérdidas que el sistema genere en dicho ajuste.
A principios de enero de este año, los mercados a futuro de tasas de interés daban al evento de tres subidas de la tasas overnight, la que verdaderamente controla la FED, una probabilidad de ocurrencia del orden de 35%, tal probabilidad subió el miércoles de la semana pasada a niveles de 65%. Asimismo, la probabilidad de tener cuatro aumentos en el 2018, paso de 10% a 27% en el mismo periodo.
Los mercados a futuro de tasas de interés han sido mejores predictores de las políticas de la FED que los miembros del FOMC, que en los últimos tres años fueron excesivamente optimistas con sus proyecciones del alza de la inflación contenidas en las minutas de sus reuniones. Las probabilidades sugieren que la FED empezará actuar, creando las perturbaciones que tengan que suceder, el mercado lo empieza a comprender y con cierta reticencia se ajusta a los cambios. Vienen caídas de precios y tal vez oportunidades de compra.