Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Las acciones de Estados Unidos se vendieron por tercer día consecutivo y las pérdidas de este jueves han sido las más pronunciadas. El Dow Jones de Industriales cayó un 6,9% o 1.800 puntos en su mayor caída intradía en tres meses. La aversión al riesgo está en pleno apogeo y las monedas caen en general, así como el petróleo que ha experimentado su mayor cantidad de los últimos dos meses. El dólar estadounidense sube considerablemente ante los flujos de refugio seguro. El dólar australiano fue el más afectado y los dólares canadiense y neozelandés no se quedaron atrás. La libra también ha caído bruscamente y sorprendentemente el euro ha sido el más resistente, pero también ha sucumbido a las pérdidas al final. No ha habido uno, sino muchos catalizadores para el desplome de las acciones. En cambio, la falta de más estímulos por parte de la Fed, el tono cautelosamente optimista de Powell, la recogida de beneficios y las preocupaciones en torno a una segunda oleada de casos de coronavirus tras registrarse algunos picos en Texas, Arizona y California han contribuido a la caída.
El miedo a una segunda oleada es real. Los casos de Covid están aumentando en 21 estados, y 14 de ellos han registrado nuevos máximos. Florida ha anunciado su mayor aumento intradía de casos de coronavirus desde que comenzara la pandemia. Lo mismo ocurre en Texas que ha anunciado más de 2.500 nuevos casos y en Arizona, los casos han aumentado un 49% del 26 de mayo al 9 de junio. Eso son 14 días (el período de incubación del COVID-19) tras el Día de los Caídos. Cualquiera que piense que Estados Unidos ha ganado la batalla contra el COVID está equivocado y en los estados donde la curva se ha ido aplanando como Nueva York, todavía queda por ver si las protestas han cambiado la tendencia. El presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió ayer de que si se producía una segunda oleada de virus a nivel local, podría lastrar la economía, de manera que no se sabe con certeza si el mercado laboral ha tocado fondo.
Los inversores buscaron seguridad en el dólar estadounidense, lo que impulsó el billete verde con respecto a las demás monedas principales, con la excepción de otros refugios seguros como el yen japonés y el franco suizo. La venta de los pares USD/JPY y USD/CHF es consistente con la caída de las acciones y la disminución del rendimiento del Tesoro. Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo y el índice de precios de la producción han tenido muy poco impacto en el billete verde. El IPP aumentó más de lo esperado en mayo, pero excluyendo la recuperación de los precios de la energía y los precios de los alimentos, cayó por segundo mes consecutivo. Las solicitudes de subsidio por desempleo fueron ligeramente inferiores, con 1,5 millones de nuevas solicitudes frente a los 1,89 millones de la semana anterior y frente a los máximos de 6,89 millones de finales de marzo. El índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan se publica mañana y en vista del repunte de las acciones hasta esta semana y las reaperturas estatales, creemos que se observarán más mejoras de la confianza.
A diferencia de otras monedas que han experimentado fuertes caídas hoy, las pérdidas del euro son más moderadas en comparación. Es difícil identificar el catalizador específico que impulsa el euro. Podrían ser las continuas reaperturas, la relajación de las prohibiciones de viaje o la ausencia de repuntes significativos de las nuevas infecciones en Europa a medida que van relajando las restricciones. Los datos de producción industrial de la Eurozona se publican mañana y se espera un descenso más pronunciado. Seguimos creyendo que habrá una corrección en el EUR/USD, especialmente si las acciones siguen cayendo.
Los dólares australiano y neozelandés han sido los más perjudicados por la aversión al riesgo. A diferencia de Estados Unidos, ambos países han aplanado la curva de forma efectiva. Este jueves sólo se notificaban nueve casos en Australia, mientras que Nueva Zelanda sólo ha tenido siete en el último mes y cero en la última semana. Sin embargo, estas monedas son extremadamente sensibles a la tolerancia del mercado al riesgo, particularmente después de los fuertes vaivenes de mayo y junio. Las tensiones entre China y Australia están empeorando, pues China ha dicho a Australia que eche un vistazo a sus problemas actuales. China está castigando a Australia por interrogar a Pekín por permitir la propagación del COVID-19. Han implementado aranceles y puesto en riesgo una corriente de ingresos educativos de casi 38.000 millones de dólares australianos. El dólar canadiense también ha caído bruscamente tras las fuertes caídas de los precios del crudo. El par USD/CAD ha superado el nivel de 1,35, disfrutando de su mayor repunte en más de un mes.
La libra acapara la atención de cara a este viernes con la publicación del PIB mensual, los datos de política monetaria y de la balanza comercial del Reino Unido. Teniendo en cuenta que se trata de datos de abril —cuando el PMI manufacturero registraba mínimos históricos—, el riesgo de estos informes es a la baja.