Esta fue una semana con poca data económica, pero un reporte me dejó algunas malas sensaciones para la economía de Estados Unidos. El informe de ventas minoristas resultó inferior a las expectativas, con un aumento de solo 0.1% frente al 0.2% esperado. Al incluir las ventas de concesionarios de autos, la cifra se mostró aún más débil, con una caída de -0.1% en comparación con el 0.1% previsto.
Estos datos evidencian una desaceleración en la economía de Estados Unidos. Una preocupación notable es la disminución en el sector de alimentos y bebidas, específicamente en restaurantes, que experimentaron una caída del 0.4% en el mes, al igual que los supermercados, que también bajaron un 0.4% en el mismo periodo. Esto contrasta fuertemente con el crecimiento del 1.4% registrado el año pasado, sugiriendo que los consumidores están reduciendo su gasto en supermercados, lo cual es una señal alarmante para la economía.
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Además, las ventas de muebles y artículos para el hogar disminuyeron un 1.1% en el mes y un significativo 6.8% en el año, lo que resalta una contracción notable en este sector.
El único segmento que mostró un crecimiento fue el de las ventas en línea, con un aumento del 0.8% en el mes y del 6.8% en el año, destacándose como el único sector con un incremento considerable, muy por encima de la inflación.
Será crucial observar si estas tendencias persisten en los próximos meses. Esto implica que la economia se esta descelerando, no tan grave como para generar miedo a una recesion, pero definitivamente para generar que la FED se plantee bajar la tasa antes. Veremos que sucede, pero de ser asi, pueden venir mejores noticias para la bolsa.