La caída que han tenido los commodities en los últimos años es comparable al fuerte bear market evidenciado en 2008 cuando la mayoría de los activos financieros experimentaron fuertes bajas producto de la crisis financiera en Wall Street y la crisis subprime.
Dentro de esa comparación, es interesante ver las magnitudes de bajas del ETF de Commodities (NYSE:DBC) en 2008 y compararlo con el bear market actual. A partir de dicho análisis, se puede observar dentro de una escala semi-logarítmica, que el tamaño de caída del 2008 es igual al tamaño de caída del DBC entre 2011 y la actualidad, siendo dicho dato técnico un elemento alcista a considerar para las próximas semanas y meses.
A su vez, se puede observar la prolongada divergencia que se encuentra mostrando el ETF respecto del RSI de mediano plazo, y generalmente, dichos comportamientos suelen mostrar un desarrollo alcista de los precios, indicando un agotamiento de la tendencia bajista y una potencial recuperación.
Finalmente, otro dato alcista que marca la posibilidad de ver un piso de mediano plazo es el elevado negativismo que existe hoy en el mercado agrícola y de commodities en general, el cual ha experimentado entre cuatro y cinco años de caída de precios sostenidos, colocando el optimismo en niveles mínimos.
Este negativismo se ha trasladado a los productores de commodities así como también a la mayor parte del mundo emergente, que suelen ser quienes producen gran parte de las materias primas.
En concreto, consideramos que estamos experimentando la fase final del ciclo de caída de precios de los commodities y por lo tanto, habrá que estar atento a oportunidades que se pueden generar ante una eventual subida de los precios de las materias primas.
Habrá quizás que acercarse a los mercados emergentes, a empresas productoras de commodities y desestimar un escenario alcista del dólar para los próximos años, ya que, como causa o como consecuencia, el billete verde deberá perder posiciones ante una potencial recuperación de las materias primas, generando también su propio cambio de ciclo de mediano plazo.