Este mes, ha habido un fuerte ajuste en las expectativas sobre la normalización de la política monetaria de las principales economías avanzadas y el apetito por riesgo. Pues en las primeras sesiones, las señales de que la última ola de contagios había tenido un mayor impacto al esperado sobre el mercado laboral y la economía de EE. UU. redujeron el optimismo sobre el inicio del tapering de la FED. A la par, el apetito por riesgo en los mercados financieros mejoró, pues disminuyeron las preocupaciones sobre el crecimiento económico en China, gracias a un crecimiento de las exportaciones de 25.6% a/a en agosto; además de que los precios de los commodities subieron. Por lo tanto, mejoraron las expectativas de crecimiento de los mercados emergentes, pues algunas de sus principales exportaciones, como el cobre y el petróleo, se apreciaron en las últimas sesiones. En paralelo, las divisas emergentes se apreciaron frente a un dólar más débil.
Con ello, ha mejorado ligeramente la percepción de riesgo sobre las economías en desarrollo, en especial aquellas exportadoras de materias primas, pues se considera que la demanda para la exportación será uno de los principales motores de su recuperación este año. De esta forma, los Credit Default Swaps (CDS) a 5 años de Brasil y México se presionaron a la baja. En el caso de nuestro país, se ubicaron en su menor nivel de los últimos 7 meses en los 83.25 pts. (07/sep), con lo que disminuyeron 11.28% m/m (al 10/sep) al cerrar la semana pasada en 85.22 pts. Por su parte, en Brasil los CDS se redujeron ligeramente hasta su menor nivel desde julio a 173.48 pts. (07/sep), pero las tensiones políticas entre el presidente y el poder judicial han revertido su avance.