En lo que va del año el índice Merval de la Bolsa argentina acumula un alza de 22,5% estimulado por el optimismo que ha despertado entre los inversores el anuncio de mejores resultados por parte de las empresas líderes en el último trimestre de 2016.
En ese período, 21 empresas que componen el panel líder presentaron ganancias y, en resumidas cuentas, se observa que varias compañías mejoraron sus resultados respecto al mismo período del año anterior, mientras que solamente dos empresas de las analizadas en esta oportunidad empeoraron sus números contables en relación a los tres meses finales del año 2015.
No obstante, durante el cuarto mes del año en curso, el Merval gana 2,3% y se ubica en zona de resistencia en 20.728 puntos, al mismo tiempo que los indicadores técnicos muestran que el principal indicador de la plaza bursátil local presenta señales de sobrecompra. Motivo suficiente para que los inversores decidan actuar con cautela en los próximos días al tomar posiciones de riesgo en activos de renta variable, dado que si aumenta el escenario de volatilidad en los mercados internacionales las acciones argentinas podrían seguir una tendencia idéntica a los referentes externos.
Sin embargo, la alta liquidez que se movió en la plaza financiera durante los últimos días a raíz del epilogo que tuvo el blanqueo de capitales sostiene la expectativa alcista para algunos sectores en particular en lo que los operadores identifican como un escenario selectivo para el futuro inmediato en el mercado argentino. Este fenómeno también se sostiene en las últimas medidas anunciadas por el Gobierno del país austral que apuntan a reactivar la economía a través del incremento en la obra pública en paralelo con el anuncio de créditos hipotecarios que deberían alentar la demanda de acciones que guardan vinculación con los sectores antes apuntados.
Mirando el corto plazo, la atención de los jugadores del mercado se enfoca en las variables macro que muestran algunos brotes verdes en sectores muy puntuales y que serán fundamentales para identificar la fortaleza del crecimiento económico y, además, en las decisiones políticas que puedan adoptar las autoridades argentinas en un contexto convulsionado desde el ámbito social.
En materia de inflación, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, señaló la necesidad de que la entidad monetaria mantenga una política monetaria más estricta para no fallar en el objetivo de reducir el aumento de precios a un nivel máximo del 20% anual. A partir de ahí, y en línea con el anuncio de los créditos hipotecarios a 30 años, el mercado financiero reaccionó comprando acciones del sector bancario, para ganarle a la inflación, entre las que se desatacaron los papeles de Banco Hipotecario, cuya cotización se apreció 18,7% durante los primeros siete días de abril y sobresalió en el grupo de compañías financieras que cotizan en la Bolsa porteña.
Otro player del m ercado que se vio beneficiado por este tipo de medidas, fue Holcim Argentina, ya que escaló en el transcurso del mes 10,96% alentada por mejores expectativas en torno al más que retrasado sector de la construcción. En este sentido, hace unos días el Gobierno llegó a un acuerdo con los sindicatos y los bancos locales para fomentar el sector privado de la construcción mediante rebajas impositivas y concesiones con los sindicatos que permitan aumentar la cantidad de puestos de trabajos en el rubro.
Pasando al plano de las materias primas, debemos remarcar que a causa de un alza en el valor del barril de petróleo se pudo observar una firme recuperación en las acciones de Petrobras (NYSE:PBR) Brasil, YPF (BA:YPFD) y Capex, luego de que los inversores tomaran posiciones largas en el oro negro al identificar conflictos internacionales entre Estados Unidos y Siria, lo que impulsó el valor del crudo a un nivel máximo en un mes. Evidentemente, el interés por las acciones del sector se ha incrementado en los últimos meses a raíz de que los mercados petroleros se mantienen en tendencia alcista apoyados en la decisión de los miembros de la OPEP de reducir el bombeo de crudo para elevar el precio del commoditie
Por su parte, en la plaza cambiaria, el peso argentino registró un máximo de cinco meses frente al dólar estadounidense, envalentonado por un alto nivel de liquidez proveniente del blanqueo de capitales y varias colocaciones de deuda pública y privada. Asimismo, el billete verde se sigue debilitando frente a su par argentino producto de un renovado interés por parte de los operadores cambiarios por desarmar posiciones en moneda dura para migrar sus portafolios a instrumentos cortos en peso.
Los bonos continuaron bajo presión en el mercado financiero de renta fija, dado que los inversores se mostraron más proclives a asumir posiciones emparentadas con el apetito por el riesgo, aprovechando la postura alcista que presenta el mercado bursátil en el primer tramo del año.
Posiblemente, si pensamos en el mediano plazo, podemos intuir que la moneda estadounidense podría comenzar a fortalecerse a partir de mediados de año, debido a que varios analistas económicos empiezan a especular con una apreciación del dólar tras las próximas elecciones y, de forma inevitable, el mercado en líneas generales tiende a anticiparse a las expectativas futuras.