A falta de emociones fuertes en el parqué neoyorquino, México lo compensó con exaltación y alegría en la cancha. En Wall Street, nada logró alterar la paz que han traído los nuevos récords, y el cierre fue prácticamente plano, sin apenas cambios. Los dos índices que cerraron el viernes en récord, el Dow Jones y el S&P’s 500, acabaron dando un pasito para atrás, en tanto el Nasdaq logró un avance marginal, prácticamente imperceptible. Así, al final de la jornada el Dow 30 retrocedía un 0.06% para acabar en los 13,937.26 pts en tanto el S&P’s 500 se depreciaba un 0.01% a los 1,962.61 pts, algo despreciable si tenemos en cuenta que llevaba una racha de seis días consecutivos de ganancias. El Nasdaq sacaba la cabeza un modesto 0.01% a los 4,368.68 pts.
La información económica en Estados Unidos no vino mal. El PMI manufacturero vino por encima de lo esperado, al registrar una lectura de 57.5 en junio comparado con 56.4 en mayo, y sorprendió al consenso de analistas, que estimaban una cifra de 56.0. También resultó por encima de lo esperado las ventas de casas de segunda mano: las ventas subieron un 4.9% en mayo para situarse a un ritmo anualizado de 4.890 millones, la tasa más alta desde octubre del año pasado.
A su vez, China, la segunda economía más grande del planeta, también da síntomas de revivir luego de los estímulos anunciados por el gobierno chino. El PMI manufacturero de HSBC mostró una lectura preliminar de 50.8 en junio comparado con 49.4 en mayo, por encima de la lectura de 49.7 que estimaban los economistas.
Sin embargo, en Europa la recuperación vuelve a suscitar dudas. El PMI manufacturero preliminar de Markit Eurozone mostró una lectura en junio de 51.9 comparado con 52.2 en mayo, lo que implica el segundo mes consecutivo de descensos. Aun así, se mantienen por encima de la barrera de 50, por lo que el sector se sigue expandiendo, aunque parece estar perdiendo algo de fuerza al final del segundo trimestre. El sector manufacturero alemán sigue potente: la lectura del PMI en la primera economía de la eurozona repuntó a 52.4 en junio comparado con 52.3 en mayo. Sin embargo, el de Francia se desplomó a 47.8 comparado con 49.6 en mayo.
Y fueron quizás esos datos europeos los que más pesaron en el parqué neoyorquino tras seis días consecutivos de ganancias. Así, las bolsas de la eurozona terminaron a la baja: el DAX de Francfort perdió un 0.66%, el Cac-40 de París un 0.57%, el Ibex-35 de Madrid un 0.33% y la bolsa de Milán se hundió un 1.33%. El mal tono del mercado europeo sin duda evitó que el Dow se acercara un poco más a los 17,000 pts.
Además, en el Dow Jones, le fue mal a General Electric. La empresa por fin logró el sí de la francesa Alstom tras varias semanas de cortejo y enfrentamiento con la rival Siemens. Fue un sí condicionado, en el que el gobierno francés mantendrá una participación minoritaria en su unidad de energía y ciertos poderes de veto y administrativos. General Electric pagará 17,000 millones de dólares (mdd) por los activos de energía de Alstom, lo cual supone la mayor adquisición de General Electric en su historia, y bastante más de la oferta inicial de 13,500 mdd. La acción fue castigada con una caída de 1.1% en tanto Alstom se hundió casi un 4.0%.
Sin embargo, y también en el sector de energía, Integrys Energy Group trepó más de un 12% hasta los 68.35 dólares luego de que esta mañana Wisconsin Energy Corp (NYSE:WEC) anunció que la engulliría por 71 dólares la acción con el fin de incrementar su negocio de gas natural en la región de los Grandes Lagos. La acción de Wisconsin Energy se deprimió un 3.5%.
En el sector tecnológico, el fabricante de software Oracle compró a MICROS Systems, uno de sus principales clientes, por más de 5,000 millones de dólares. MICROS Systmes, que lleva trabajando con Oracle por 15 años, es una empresa especializada en la fabricación de software para el sector de hospitales y minorista. En este Oracle, la empresa compradora logró salir adelante y Oracle avanzó un 0.7%, en tanto la comprada, MICROS Systems subió un 3.4%.
Pero nada de eso, ninguna de esas noticias, logró agitar a unos mercados que permanecieron pasivos, amodorrados, durante toda la jornada, todo lo contrario a la euforia con la que el “piojo” Herrera cantaba cada gol de México a Croacia. Menos mal que hay Mundial, y México sigue en él.