• Banxico publicó las minutas de la reunión de junio donde llevó la tasa a 5.00%.
• A pesar de las sorpresas al alza, las presiones sobre la inflación serían temporales.
• Sin embargo, la prolongación del ciclo expansivo podría enfrentar restricciones.
Hacia adelante, los riesgos internos cobrarían una mayor relevancia para la determinación de la tasa
Banxico publicó la minuta correspondiente a la decisión anunciada el pasado 25 de junio, cuando los miembros de la junta votaron por reducir la tasa de referencia en 50 puntos base (pb), a un nivel de 5.00%. En el documento se reconocen las graves afectaciones que el confinamiento ha tenido sobre la economía a nivel global y local, así como la necesidad de que la postura de política monetaria no constituya un impedimento para el proceso de recuperación interna. Más aún, aunque se sostiene el ambiente de alta incertidumbre sobre la evolución de los precios, al momento no hay preocupaciones por alguna presión descontrolada que pudiera distorsionar significativamente la trayectoria anticipada para la inflación, por lo que seguimos previendo un ajuste de 50 puntos base (pb) en agosto.
A nivel internacional, la postura acomodaticia prevalecerá durante un buen tiempo
La actividad económica internacional sufrió su mayor deterioro durante abril de 2020, cuando varios países de occidente atravesaban por la etapa de confinamiento. Así, los miembros resaltaron que a partir de mayo algunos indicadores, especialmente en economías avanzadas mejoraron en función del reinicio de sus actividades. Sin embargo, destacaron que el balance de riesgos para el crecimiento global continúa sesgado a la baja, lo que podría mantener la trayectoria de la inflación contenida en lo que resta del año. Además, dadas estas condiciones, la expectativa de la mayoría de los participantes es que los principales bancos centrales preserven o amplíen sus medidas de relajamiento durante un tiempo indefinido.
En México, el deterioro de la actividad económica ha sido significativo
Sobre el panorama para la actividad económica en México, el énfasis estuvo en que el deterioro ha sido significativo. Aunque se consideró que algunos de los indicadores oportunos sugieren cierta mejoría para el mes de mayo, el vínculo estrecho que mantienen la evolución del desempeño económico y el control de la epidemia de Covid-19 propician que el balance de riesgos esté marcadamente sesgado a la baja. De hecho, hubo varios comentarios sobre los peligros de un nuevo brote de la enfermedad y algunos de los miembros insistieron en que es posible que las medidas sanitarias para la contención del coronavirus no hayan sido suficientes.
De las afectaciones por el Covid, el daño al mercado laboral genera consternación
En relación con ello, y a diferencia de reuniones pasadas, se discutió ampliamente sobre los efectos que la contingencia está provocando en el mercado laboral. A pesar de que la tasa de desocupación estimada a través de la ETOE es de 4.7%, la mayoría considera que el deterioro en las cifras de empleo ha sido muy significativo. De hecho, varios de los miembros tomaron como referencia indicadores alternativos como el desempleo encubierto y la brecha laboral, con lo que el porcentaje de trabajadores con carencias laborales podría superar el 50%. Además, uno de los participantes mencionó que, dados los cierres permanentes de establecimientos afiliados al IMSS, buena parte del desempleo podría considerarse como permanente, lo que añade un grado extra de vulnerabilidad a la economía.
A pesar de las sorpresas al alza, las presiones sobre la inflación serían temporales
Respecto a los resultados de la inflación, la mayoría coincidió en que los diferentes componentes han sido afectados por la dinámica de la pandemia. En particular, la junta destacó que el componente subyacente podría haber sido afectado por problemas de suministro y una reasignación del gasto de los hogares hacia las mercancías alimentarias, que es el rubro con el mayor avance en los últimos dos meses. Sin embargo, hubo varios comentarios que enfatizaron la temporalidad de este efecto y resaltaron que la influencia de una mayor brecha del producto prevalecería sobre otros factores y contribuiría a que la inflación se ubicará cerca del objetivo hacia el cierre del año. Independiente de ello, el balance de riesgos se sigue percibiendo como incierto en el corto plazo e incluye elementos como la depreciación cambiaria, los aumentos en los castos laborales y una nueva ampliación de la brecha del producto.
Hacia adelante, la prolongación del ciclo expansivo podría enfrentar restricciones
La discusión sobre la decisión de política monetaria mostró algunos espacios de división al interior de la junta. Si bien el tono dovish de la mayoría aún es perceptible, hubo comentarios que enfatizaron restricciones para la postura expansiva en los próximos meses. Por ejemplo, algunos participantes señalaron que la posición de política monetaria relativa pudiera cobrar una mayor relevancia ante la disipación de los riesgos globales para evitar una mayor salida de capitales y con ello un alza en la inestabilidad de los mercados financieros. Aunque la medición e interpretación del diferencial de las tasas de interés entre países fue motivo de controversia, se aprecia una menor confianza en la holgura que la postura de distintos bancos centrales proveería para ajustar la tasa en México.
Adicionalmente hubo otros comentarios que resaltaron que una tasa de interés excesivamente baja pudiera afectar los niveles de ahorro e inversión, así como la necesidad de que los ajustes que se realicen estén conectados a la evolución de los riesgos. De esta manera, si bien la decisión se adoptó por unanimidad y hubo varios señalamientos sobre el espacio que las condiciones de holgura brindan a la política monetaria, el tono de cautela sigue prevaleciendo entre los miembros. Para las futuras decisiones uno de los participantes mencionó que es importante que la magnitud y velocidad sea plenamente anticipada por el mercado, mientras que otro avocó por que la tasa real pudiera llevarse a niveles cercanos o debajo de cero e incluso sugirió la posibilidad de acciones fuera de calendario.
Rumbo Económico
Las minutas de la reunión de junio muestran que Banxico mantiene un enfoque progresivo y equilibrado ante la incertidumbre que la crisis del Covis-19 ha generado en los diversos frentes económicos. La descomunal contracción del PIB durante el primer semestre del año ha tenido implicaciones negativas para el empleo y ha incrementado la vulnerabilidad de diversos grupos de hogares. Por ello, consideramos que el enfoque en conseguir menores tasas de interés que alivianen la carga de la economía persistirá durante el tercer trimestre.
No obstante, pensamos que el peso de las sorpresas al alza en la inflación, especialmente en la subyacente, será un argumento cada vez más relevante en las discusiones, lo que mantendrá vigente el cuestionamiento sobre la posibilidad de nuevos recortes más allá de agosto. Desde nuestra perspectiva, consideramos que durante los siguientes meses persistirán algunas presiones en los precios provenientes del contexto del confinamiento, pero reconocemos que es probable que la disminución en la demanda sea el factor dominante en el mediano plazo. Al momento mantenemos nuestra percepción de que las condiciones están dadas para un nuevo recorte de 50 pb en agosto, pero la tasa permanecería sin cambios durante 2020 y 2021.