Esta mañana, el peso mexicano perdió su ímpetu bajista después de la publicación del Índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero del ISM, pues el subíndice de empleo mostró avances en julio. Por lo tanto, nuestra moneda cedió la mayor parte de sus ganancias al dólar.
Pero, desde el punto de vista técnico, el indicador estocástico señala que las presiones al alza pueden disminuir en el corto plazo, pues se ubica alrededor del umbral de sobrecompra. Hace unos momentos, el peso ganaba 0.05% respecto al cierre previo, cotizando debajo de $19.85.
El sector manufacturero en EE.UU. continúa desacelerándose de acuerdo con el reporte del ISM de julio. Por lo que el PMI cayó más de lo estimado hasta 59.5%, su nivel más bajo en los últimos 5 meses. A pesar de ello, la actividad manufacturera hiló su 14° mes en zona de expansión. Pero la escasez de materia primas y las interrupciones en el suministro han generado que las demoras en las entregas de proveedores y el retraso en las órdenes aumenten, con lo que los productores enfrentan mayores retos logísticos, en medio de la tercera ola de contagios de Covid-19 en EE.UU. En contraste, las ventas mantienen un buen dinamismo, por lo que los inventarios se han contraído rápidamente.
En lo que respecta al rubro de empleo, hay buenas señales de recuperación, pues se encuentra en 52.9%, ubicándose de nuevo en zona de expansión. Por otro lado, los costos siguen siendo una de las principales preocupaciones de los productores, pero en julio aumentaron a una menor tasa. Por lo tanto, el reporte presenta un panorama mixto, en el que los retos por el lado de la oferta persisten, como lo comentaron los funcionarios de la FED, pero la contratación ha mejorado al inicio del 3T-21.