Desde nuestro último informe técnico del 13 de Julio, cuando dijimos que veíamos una corrección de corto plazo seguido de un potencial rally, el precio del petróleo confirmó dicho escenario, pero con mucha más volatilidad que la anticipada. Entre los factores que contribuyeron a la presión bajista encontramos, el aumento de exportaciones de Irán, el récord de producción histórico de Rusia, la recuperación de los suministros de Libia y Nigeria y el incremento en las plataformas petroleras de EE.UU. desde el mínimo de febrero. Y entre los factores que contribuyeron a la presión alcista, encontramos la sorprendente e inesperada caída en los stocks de petróleo comerciales de EE.UU. y la expectativa por un potencial acuerdo entre los países exportadores de petróleo OPEP y No-OPEP para reducir el exceso de oferta global.
El mercado ve con escepticismo un acuerdo de producción, aunque ve posible alguna forma de cooperación. Y faltando un día para que se conozca el resultado de la misma, recordamos el viejo adagio de mercado que aconseja “comprar con el rumor y vender con la noticia”. El comportamiento de los indicadores técnicos, sumado a la volatilidad que hemos visto en los últimos días, nos señala que estamos en un momento dado tal, que ante una sorpresa en el mercado, la tendencia de corto plazo podría definirse con fortaleza y velocidad. Por eso planteamos dos escenarios: 1) Soporte calve en la zona de USD 42,75. Un quiebre de dicho nivel habilitaría caídas hacia la zona de USD 38,82. 2) Resistencia clave en la zona de USD 47,75. Y un quiebre alcista habilitaría subas hacia el máximo de USD 51,65.