En 2021, el desempeño del dólar ha estado vinculado a la evolución de las expectativas de reflación y a la postura de la Reserva Federal. Si los rendimientos de los bonos a largo plazo continúan subiendo a un ritmo acelerado y la FED no interviene para frenar el empinamiento de la curva de rendimientos, el dólar podría comenzar a subir sostenidamente en el medio plazo. Al respecto, el presidente, Jerome Powell, reiteró en sus declaraciones ante el Senado que las tasas de interés se mantendrán bajas y que el banco central seguirá comprando bonos para respaldar la economía de EE.UU.
Si las expectativas de reflación se siguen fortaleciendo, a medida que aumentan las expectativas sobre una recuperación económica acelerada, es posible que el rendimiento del bono a 10 años se ubique sobre el 1.5%, un nivel técnico clave. No obstante, si la FED interviene en el mercado de renta fija, el índice del dólar tendría margen para reanudar los descensos. Hace unos momentos, el bono de 10 años cotizaba en 1.425% (+4.25 pb)y el índice dólar se ubicaba en terreno positivo en 90.32 unidades (+0.17%).