Apple (NASDAQ:AAPL) ha mostrado una fuerte resistencia a pesar de los persistentes riesgos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Sus acciones han subido en torno a un 11% en las últimas cuatro semanas, a pesar de descender un poco en las dos últimas jornadas, cerrando ayer en 198,58 dólares. Esta reciente oleada aporta más potencia al repunte que ha impulsado las acciones más de un 27% este año.
Pero la gran pregunta de cara al futuro es si esta tendencia alcista es sostenible y si es el momento correcto para apostar mucho por las acciones de Apple. Los riesgos para el fabricante de iPhone son muchos y graves en su naturaleza. El mayor de todos ellos es la interrupción del tremendo sistema de cadena de suministro de la empresa —una amplia red de proveedores de bajo coste—, si se intensifica la disputa comercial de Estados Unidos y China.
En una carta al Gobierno la semana pasada, Apple destacó los significativos riesgos para sus negocios si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impone aranceles de un 25% sobre una nueva lista de productos importados de China. Esta medida, según Apple, perjudicará al éxito de venta de muchos de sus productos, como iPhone, iPad, MacBook y el Apple Watch.
Apple decía en la carta, que iba dirigida al representante comercial de Estados Unidos, que los aranceles "resultarían en una reducción de la contribución de Apple a la economía de Estados Unidos " y a la "competitividad mundial". La advertencia de Apple tenía lugar justo antes de la reunión crucial de este fin de semana entre el presidente Trump y el líder chino Xi Jinping en Japón, donde intentarán llegar a un acuerdo sobre el futuro del comercio entre las dos mayores economías del mundo.
Gran exposición a China
Con los años, Apple ha construido una amplia red de proveedores en China, con el fin de reducir los costes, lo que la convierte en una de las acciones más expuestas a la potencia asiática. El gigante de las tecnológicas emplea a aproximadamente a dos millones de personas en la cadena de suministro de Apple, además de un número similar de trabajadores técnicos que se ocupan del desarrollo de las aplicaciones de Apple. La empresa diseña y vende la mayoría de sus productos en Estados Unidos, pero los importa de China tras su ensamblaje.
Aparte del riesgo de China, Apple está también en plena reestructuración a largo plazo para contrarrestar la crisis de venta de su buque insignia, el iPhone, que supone cerca del 60% de sus ingresos totales. El gigante de las tecnologías, ubicado en Cupertino, California, ofrece nuevos servicios a los más de 1.400 millones de usuarios de su hardware, incluyendo un nuevo servicio de suscripción de vídeo, una tarjeta de crédito de Apple y un servicio de suscripción de juegos de azar que ofrece acceso a más de 100 juegos exclusivos.
Estos retos, sin duda, no son pequeños desde cualquier punto de vista y pueden seguir produciendo ciclos de auge y caída de las acciones de Apple a corto plazo. Sin embargo, en nuestra opinión, la empresa cuenta con todo lo que necesita para combatir las tres principales amenazas y permanecer en la cúspide a largo plazo.
La amenaza de China: Apple está en una buena posición para capear este temporal si Estados Unidos y China no logran resolver sus diferencias y siguen adelante con sus planes de implementación de aranceles. Apple cuenta con más de 1.400 millones de bases de usuarios instaladas, una fuerte presencia global y una reserva de dinero en efectivo por valor de 225.000 millones de dólares. Esta fuerza le permitirá transmitir los costes adicionales a su base de clientes fieles, a diferencia de los pequeños miembros del sector que no tengan recursos suficientes para permanecer en el juego.
Represalia: Es probable que China incluya a Apple en su represalia después de que la Administración Trump incluyera a Huawei Technologies en su lista negra, debido a la masiva contribución de Apple a su economía. En una reciente nota a los clientes, Wamsi Mohan, analista de Bank of America, cree que hay pocas probabilidades de que Apple se vea atrapada en el fuego cruzado de Estados Unidos y China. "Creemos que los riesgos relacionados con los aranceles de China ya se han tenido en cuenta", escribió. "Consideramos que la probabilidad de una mayor represalia contra Apple es baja".
Reestructuración: Apple parece estar teniendo éxito en su plan de reactivar su crecimiento de ventas y diversificar sus ingresos más allá del iPhone. Los servicios de la empresa, que incluyen Apple Music, el alquiler de películas y las descargas de la app, propiciaron un crecimiento del 33% el año pasado, ascendiendo las ventas a 40.000 millones de dólares —lo que supone cerca del 15% del total de 265.600 millones de dólares de la compañía.
Esa contribución sin duda se acelerará en cuanto intervenga la nueva línea de servicios de la compañía —los contenidos de video en streaming, Apple Pay y los juegos—. Según una estimación de Morgan Stanley, la contribución de estos servicios seguirá creciendo y podría generar cerca del 60% de los ingresos de Apple en los próximos cinco años.
En conclusión
Las próximas semanas son cruciales para la sostenibilidad del repunte a corto plazo de las acciones de la empresa. No es ningún secreto que un resultado negativo de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China perjudicaría al alto crecimiento de las acciones de las tecnológicas, incluidas las de Apple. Pero cualquier descenso de las acciones de Apple debe interpretarse como una oportunidad de compra, en vista de la fuerte marca global de la compañía, su posición de efectivo y su intento de diversificación de los ingresos.