Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El anuncio de política monetaria de la Reserva Federal del jueves es uno de los eventos más importantes de la semana, pero no esperamos fuegos artificiales. Esta es la última reunión del FOMC del año y hay cero posibilidades de un cambio de política monetaria. Sin embargo, después de cada reunión del banco central se ofrece una rueda de prensa y siempre existe la posibilidad de que el mercado reaccione a las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell. En su última reunión de política monetaria celebrada en octubre, la Fed recortó los tipos de interés por tercera vez consecutiva y, en lugar de enfatizar la necesidad de medidas tan agresivas, Powell describió el recorte más como una medida contra la ralentización del crecimiento mundial y la incertidumbre en torno al desarrollo de los acontecimientos comerciales. Si bien estos dos problemas persisten, la economía ha dado un giro para mejor desde octubre (véase la tabla a continuación). El gasto de los consumidores mejoró, se crearon más puestos de trabajo, la inflación aumentó, hay más actividad en el mercado inmobiliario con el aumento de la actividad de los sectores manufacturero y de los servicios. Por lo tanto, Jerome Powell tiene muy pocas razones para centrarse en los riesgos y vulnerabilidades de la economía estadounidense. En cambio, lo más probable es que reitere que la política monetaria está en buenas condiciones debido al robusto mercado laboral y el consumo.
Esto significa que el dólar debería aferrarse a sus ganancias frente al yen japonés con la esperanza de que el presidente Trump traiga el regalo de un repunte navideño posponiendo los aranceles del 15 de diciembre. El discurso de Powell será mucho más interesante que las declaraciones del FOMC y si sus previsiones son tan halagüeñas como esperamos, el par USD/JPY podría ampliar ganancias hasta 109. Sin embargo, si hace hincapié en las incertidumbres y sugiere que podría haber una necesidad de estímulos adicionales, sería un shock inesperado que podría lastrar el dólar cada vez más.
Estamos a punto de terminar el año, por lo que los inversores parecen reaccionar amablemente a las sorpresas. La más importante de las cuales será el anuncio del presidente Trump sobre los aranceles de China. Hasta ahora, no se ha tomado una decisión, pero según las noticias del Wall Street Journal y de Bloomberg, Washington podrá retrasar los nuevos aranceles y posiblemente incluso rebajar los ya existentes. A sólo unos días de la fecha límite, esto se alargará hasta el último momento, y Trump podría incluso esperar hasta que el mercado cierre el viernes o al fin de semana para hacer el anuncio. Si ése es el caso, el impacto del FOMC y el BCE será limitado. Sin embargo, si el presidente Trump toma una decisión antes de finalizar la semana, lo único que les importará a los traders de divisas es si los aranceles entran en vigor o no.
Las monedas que mejor actuación han ofrecido este miércoles fueron la libra esterlina y el franco suizo. Las elecciones generales del Reino Unido se celebran el jueves y todas las señales apuntan a una victoria fácil para Boris Johnson. El euro también amplió sus ganancias hasta el nivel de 1,11 tras el aumento de la confianza de los inversores. La encuesta del ZEW de Alemania superó las expectativas pues el componente de expectativas ha subido hasta 10,7 frente a las previsiones que apuntaban a 0,3. La encuesta ZEW de la Eurozona también resultó positiva en diciembre. Los datos mejores de lo previsto de Alemania contribuyeron a que el euro se disparase antes del anuncio del BCE, pero creemos que la presidenta del banco central, Christine Lagarde, hará hincapié en la continuidad centrándose en la necesidad de una continuación del carácter acomodaticio. Los dólares australiano y canadiense también descienden, mientras que el dólar neozelandés mantiene sus ganancias. Las tres monedas se están consolidando mientras esperan la gran decisión del presidente Trump.