La confirmación de la posición acomodaticia de los bancos centrales en un futuro próximo, con la excepción de la Fed, ha provocado una mayor aversión al riesgo y la búsqueda de rendimiento, lo que ha llevado a muchos inversores a interesarse por las divisas emergentes, con el peso mexicano a la cabeza.
El peso (USD/MXN) es una de las divisas emergentes con peor comportamiento desde comienzos de año por su fuerte correlación con el petróleo y de la preferencia de los inversores por una estrategia negativa en los mercados emergentes. Ahora bien, los comentarios procedentes de Qatar según los cuales la producción de crudo por parte de la OPEP podría reducirse hicieron aumentar la cotización del petróleo, lo que a su vez habría impulsado al peso. El problema radica ahora en el comportamiento económico de México, lo que podría limitar las subidas.
Peter Rosenstreich, analista de Swissquote, se muestra negativo con el peso, y sobre todo prudentes ante su reciente fortaleza.
“Los datos de consumo sostienen el crecimiento, pero los bajos precios del crudo y la proximidad de las elecciones norteamericanas se mantienen en el centro de las preocupaciones, sobre todo si se pusiera fin al acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y los países integrantes, una situación que sería especialmente negativa para México”.
Los próximos datos económicos a conocer serán claves, sobre todo los relativos a crecimiento e inflación. Pese a una subida de este último dato, Banxico es probable que siga los pasos de la Fed aunque con poco margen de maniobra. En este sentido, no esperamos cambios a menos que el organismo monetario estadounidense mueva ficha o se produzca una depreciación muy rápida del peso.
¿Qué sucederá en las próximas sesiones?
Juan Francisco Caudillo, experto de Monex, afirma que el peso está experimentando en las últimas sesiones una corrección profunda respecto el alza previa en el rango de 18.20-19 pesos, y cuyo último rango de soporte se encuentra entre 18.45 y 18.30 pesos.
“Durante los últimos tres meses, el tipo de cambio ha validado soporte sobre su promedio exponencial de 89 días (18.38 pesos) y representa la justificación objetiva de nuestra postura “bearish” sobre el peso, por lo que es indispensable que se mantenga por arriba del mismo”, comenta.