Target, Walmart, y Home Depot, así como un grupo grande de empresas del sector consumo, han demostrado una fortaleza oculta de la economía. Mientras todos los inversionistas veían la curva de rendimientos de los bonos americanos y la guerra comercial como la tormenta perfecta para los mercados accionarios, las empresas del sector consumo han cuestionado esta hipótesis, y los resultados de las últimas semanas así lo demuestran.
Las acciones de Target se dispararon casi el 20% durante la sesión del pasado miércoles después de presentar al público sus resultados trimestrales, así como Lowe’s que tuvo su mejor sesión en más de una década saltando casi un 15%.
Una encuesta reciente de Stiffel es una radiografía al buen momento del sector. Más del 80% de las personas encuestadas planean hacer al menos una compra en Walmart en el próximo mes, mejorando el 70% que había arrojado la misma encuesta hace dos años con condiciones económicas en teoría más favorables a las actuales. Como si fuera poco, más de un cuarto de los encuestados planean también comprar artículos discrecionales, es decir, elementos que el consumidor quiere pero no necesita, muy por encima del 16% que era el promedio de los últimos 7 años.
Los datos de la encuesta de Stiffel demuestran un consumo fuerte, aún más si tenemos en cuenta que los gastos de hogares representan más de dos tercios de la economía.
Las mejoras del hogar también son un indicador temprano de tempestad económica. Los resultados que conocimos recientemente de empresas como Home Depot demuestran que el sector consumo está acumulando fuerza.
Al final del día, el consumo y la confianza del consumidor representan el signo vital más importante de la economía. Un buen consumo se traduce en una mayor inflación, mayores ingresos para las empresas, más impuestos, más empleos, y en un sinnúmero de beneficios.