A pesar de las advertencias de la FED sobre la posibilidad de volver a subir sus tasas de interés en el curso de este año, el mercado parece que no le está creyendo, y es que aunque la inflación todavía está muy por encima del objetivo de 2.0%, la baja que ha tenido en los primeros cinco meses del año ha sido de 240 puntos porcentuales, es decir de 6.45% a 4.05%, y con una alta probabilidad que en junio baje hasta cerca del 3.0%, debido a las bases de comparación por los altos crecimientos que tuvo la inflación en mayo y junio de 2022, y los precios del petróleo (WTI) que cotizaban por arriba de los US$100 por barril en esos dos meses, mientras que actualmente están alrededor de US$70.00 por barril.
Aunque los futuros del CME FedWatch están dando una probabilidad de 69.4% que suban las tasas a 5.50% en la reunión del 26 de julio, no parece lógico si la inflación sigue bajando. Tampoco se esperaría que bajen la tasa de interés de 5.25%, porque lo más probable es que la inflación en julio que reportan hasta agosto, podría volver a subir durante el segundo semestre del año para quedar dentro de los objetivo entre 4.0% y 4.5% que tiene el mercado para el cierre de este 2023.
Lo anterior, lo parecen estar justificando las ganancias en Wall Street, donde los tres principales índices bursátiles cerraron con alzas promedio de 1.21%, destacando las ganancias mayores al 3.0% que tuvieron las tecnológicas MSFT y META. Sin embargo, los niveles actuales que han alcanzado los índices y algunas emisoras, podrían empezar a moderarse, por lo que es importante poner niveles (stop win) para bajar posiciones en caso de un regreso.
En México, el índice S&P/BMV IPC cerró en 55,344 puntos, con ganancia de 0.36%, acercándose a una resistencia ubicada en 55,500 donde podría entrar en un proceso de consolidación, aunque técnicamente mantiene señales positivas, que en caso de superarlo buscaría un nuevo objetivo en 56,340 puntos.
El tipo de cambio sigue marcando nuevos niveles de apreciación frente al dólar al cerrar este jueves en $17.12, mientras que el dólar medido por el índice DXY cerró en 102.15 con pérdida de 0.78% frente a las seis principales divisas del mundo.