De acuerdo con el Banco de México, los ingresos por remesas familiares a México cayeron ligeramente desde el récord registrado en mayo, a un total de $4,439.98 millones de dólares (mdd) durante junio.
Sin embargo, lograron superar las expectativas del consenso de analistas de $4,356.2 mdd y aumentaron 25.5% en comparación con junio del año pasado, gracias a que la mayoría de los connacionales continúan apoyándose de los estímulos fiscales en EE.UU.
Por lo que, desde marzo, cuando inició la tercera ronda de pagos directo a hogares, se han recibido más de $17,160.2 mdd. Con ello, las remesas que han sido uno de los principales catalizadores de la recuperación del consumo privado, junto con la reapertura de la economía, y un motor para que la economía mexicana pueda crecer 6.0% en 2021.
Sin embargo, la fortaleza de estos ingresos está en duda ante la rápida propagación de la variante Delta en EE.UU. y los efectos que podría tener sobre el empleo en este país.
En lo que respecta el mercado laboral en EE.UU., los resultados fueron desalentadores en ese mes. Pues, la tasa de desempleo nacional aumentó sorpresivamente al 5.9% y los hispanos y latinos fueron uno de los grupos que experimentan mayores niveles de desocupación, con una tasa del 7.4%.
Ahora bien, en junio la creación de empleo superó las expectativas del mercado gracias a la contratación en los sectores de servicios, en los que muchos connacionales están empleados. Sin embargo, la recuperación de este sector podría desacelerarse en medio de la temporada de verano, cuando el turismo y la hospitalidad expanden sus operaciones y planta laboral, ante la aceleración de infecciones de COVID-19. Por lo que los factores estacionales positivos para las remesas podrían reducirse en el 3T-21.