Durante el año, el petróleo cotizó sumergido en un vaivén de indicadores económicos y expectativas que causaron que el precio de las principales mezclas de petróleo cotizara tocando mínimos no vistos desde 2003. No obstante, las principales mezclas de crudo terminaron el año con ganancias. El WTI mostró una incremento de 46.11% o 17.08 dólares y se encuentra cotizando alrededor de 54.12 dólares por barril. Durante el año el WTI tocó un mínimo de 26.05 dólares por barril en el mes de febrero y un máximo en diciembre de 54.51. Asimismo, el Brent mostró una aumento de 51.13% o 19.06 dólares por barril y finalizó el año cotizando en 56.34 dólares por barril.
Arabia Saudita y otros productores miembros de la OPEP no esperaban que las compañías shale de Estados Unidos fueran tan resilientes a la caída en los precios del petróleo cuando decidieron incrementar su producción petrolera en el 2014. En su búsqueda de recuperar y extender su participación de mercado, la cual había comenzado a verse amenazada por las compañías shale estadounidenses, los miembros de la OPEP decidieron rebasar el límite de producción petrolera de 30 millones de barriles diarios y llevarla a máximos históricos. Ante la solidez mostrada por las compañías shale, los miembros del cártel, impulsados por Arabia Saudita tuvieron que desistir de su lucha, y optar por un recorte en la producción petrolera conjunta ya que sus economías se han visto fuertemente golpeadas por la prolongada caída en el precio del petróleo, indicando que el poder y la relevancia del cártel está desapareciendo.
Como ejemplo, ante la caída en el precio del petróleo, el déficit de Arabia Saudita, mayor exportador de petróleo del mundo, ahora representa el 14% de su Producto Interno Bruto anual. El Ministro de Finanzas saudí anunció que el total de la deuda pública del reino es de 342.4 mil millones de riyals o 91 mil millones de dólares. Asimismo, la disminución en los ingresos del gobierno, ha ocasionado un déficit presupuestario de alrededor del 16%.
A pesar de que se observó un retroceso en la producción petrolera en Estados Unidos y a nivel mundial, la principal razón por la cual se vio afectada la producción global de crudo, no fue por la quiebra de empresas petroleras de fracking, sino que se debió a eventos naturales y políticos en algunas regiones del mundo. Como claro ejemplo, se encuentra la reducción de la producción petrolera canadiense durante el mes de mayo, la cual se estima cayó en alrededor de 1 millón de barriles diarios.
Durante el año, adicionalmente al incremento en la producción petrolera de la OPEP y Rusia, las cuales alcanzaron máximos de 33.87 millones de barriles diarios en el mes de noviembre y 11.23 millones de barriles diarios en el mes de octubre respectivamente, las presiones a la baja para el precio de los commodities se debieron al debilitamiento económico a nivel mundial. Al inicio del año, el debilitamiento y la estabilidad económica y financiera de China permitieron especular sobre una menor demanda por petróleo. Por su parte, a pesar de que el retiro en las sanciones internacionales impuestas a Irán por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, no causaron un desplome en el precio internacional de crudo, el hecho de que el petróleo iraní entrara una vez más al mercado causo que la sobreoferta petrolera se expandiera. Asimismo, el fortalecimiento del dólar estadounidense causado por un incremento la incertidumbre y aversión al riesgo en los mercados financieros globales fueron algunos de los principales factores para las pérdidas en el precio del petróleo.
Sin embargo, la pérdida en los precios del petróleo fue revertida primero ante la expectativa de un próximo reequilibrio en los fundamentales de petróleo, causadas principalmente por las especulaciones en torno a un probable acuerdo para congelar y recortar la producción petrolera entre los principales países productores de petróleo dentro y fuera de la OPEP. Asimismo, las ganancias fueron impulsadas luego de que se logró el acuerdo entre los miembros de la OPEP durante su reunión oficial en Viena el 30 de noviembre. La OPEP anunció oficialmente que el cartel recortará la producción petrolera en 1.2 millones de barriles diarios a 32.5 millones de barriles diarios, iniciando el 1 de enero del 2017. Por su parte, los países no miembros se comprometieron a recortar 558 mil barriles de petróleo diario, cifra equivalente al crecimiento anticipado de la demanda del próximo año en China e India, según datos de la Agencia Internacional de Energía.
En México, el gobierno adquirió coberturas para asegurar un precio promedio de 42 dólares por barril como medida para asegurar sus ingresos presupuestales en el 2017. Como estrategias complementarias, el gobierno adquirió opciones de venta tipo put a un precio de ejercicio promedio de la mezcla mexicana de exportación de 38 dólares por barril, las cuales funcionan como un seguro en donde se otorgará un pago al Gobierno de la República si el precio de la mezcla mexicana se registra por debajo de dicho precio. Asimismo, se cubrieron 250 millones de barriles a un costo de 1,028 millones de dólares, equivalentes a 19,016 millones de pesos. Por su parte, durante el año se realizó la cuarta subasta de la ronda uno, el cual fue considerado como un gran éxito al ser asignados el 80% de los campos petroleros. De acuerdo con la Secretaria de Energía, se espera que dentro de la vida de estas inversiones entren al país 41 mil millones de dólares de IED.
Hacia el 2017, se espera que los precios del crudo continúen su tendencia al alza, aunque de manera pausada, mientras el mercado internacional se dirige lentamente hacia un reequilibrio en los fundamentales del petróleo. No obstante, presiones a la baja para el precio del petróleo no pueden ser descartadas, debido a que el recorte en la producción petrolera conjunta podría causar que más productores de shale en Estados Unidos aumenten su producción. Por su parte, el presidente electo de Estados Unidos ha prometido hacer todo lo posible para ayudar a impulsar la producción de crudo estadounidense, eliminando regulaciones a la industria petrolera, así como suprimiendo impuestos. Dentro de su plan, Donald Trump menciona que va a suspender los moratorios sobre la producción de energía en las áreas federales. Asimismo, ha insistido que revocará políticas de imponer restricciones a las nuevas tecnologías de perforación. De cumplir con sus promesas, en el largo plazo, el precio del petróleo podrá ser empujando una vez más a la baja.