La producción económica parece en camino de registrar un segundo aumento trimestral, según la mediana de las previsiones de un conjunto de estimaciones recopiladas por CapitalSpectator.com. Al mismo tiempo, el riesgo de recesión es elevado, según varias estimaciones de la actividad del ciclo económico. Las señales contradictorias sugieren la posibilidad de sorpresas al alza o a la baja en las actualizaciones económicas de las próximas semanas.
Las últimas cifras apuntan a un perfil moderadamente optimista para la actividad económica del cuarto trimestre. La previsión media de hoy indica un aumento del 1.5% del PIB (tasa anual desestacionalizada) para el último trimestre de 2022.
Esta previsión supone un cambio a la baja con respecto al aumento del 3er trimestre (recientemente actualizado) de 3.2%. Los datos oficiales del 4T de la Oficina de Investigación Económica se publicarán el 26 de enero.
Aunque parece que el crecimiento se ralentizará, la previsión actual del 1.5% para el cuarto trimestre no varía respecto a la actualización anterior del 6 de diciembre. El mantenimiento de las previsiones implica que los datos recientes siguen apoyando un crecimiento moderado en el trimestre actual.
Hay varias advertencias, incluida la previsión del PIB, basada en los datos de la encuesta a través de un modelo de regresión que analiza la historia. El índice S&P US Composite PMI, una aproximación al PIB, sigue reflejando una fuerte caída de la actividad empresarial hasta diciembre.
La caída del PMI de este mes (que iguala la de agosto) es la más pronunciada desde mayo de 2020. Como se muestra en el siguiente gráfico, el método alternativo citado por S&P para estimar el PIB a través del PMI pinta un panorama más brillante: una ganancia anualizada del 1.5 para el PIB.
Mientras tanto, la edición de esta semana del Informe sobre el riesgo del ciclo económico en EE.UU. sigue mostrando que en noviembre comenzó una leve recesión definida por el NBER, basándose en las estimaciones actuales del Índice de Tendencia Económica (ETI, por sus siglas en inglés) y del Índice de Impulso Económico (EMI). Ambos indicadores cayeron ligeramente por debajo de sus respectivos puntos de inflexión, que señalan un descenso de la actividad económica.
Los principales contrapuntos a la predicción de recesión: el gasto de los consumidores y las nóminas se han mostrado relativamente resistentes. Es cierto, aunque los datos de ventas al por menor de noviembre cayeron, registrando una caída sorprendentemente pronunciada. No está claro si se trata de ruido o del comienzo de una nueva racha de tropiezos en el gasto de los consumidores.
Las nóminas, sin embargo, siguieron aumentando a un ritmo sólido, aunque ralentizado, durante el mes pasado. El principal factor de riesgo que habrá que vigilar en las próximas semanas son los efectos retardados de la subida de las tasas de interés, que se espera que afecten cada vez más al crecimiento.
Christian Lundblad, profesor de finanzas de la Universidad de Carolina del Norte, afirmó,
"Existe un consenso bastante amplio entre economistas, participantes en el mercado y otros, en el sentido de que la Fed va a mantener las tasas de interés elevados para frenar las presiones inflacionistas que estamos observando y que no tendrá más remedio que provocar una recesión".