Los bonos argentinos en dólares cerraron la semana con ganancias, en un contexto internacional en el que los mercados globales terminaron en alza impulsados por la suba del petróleo. A pesar de eso, se observó un bajo volumen de negocios en títulos públicos, debido a que se frenó la euforia sobre las emisiones de deuda nacionales, provincias y empresas locales, que se dieron entre los meses de abril y julio. Más allá que el apetito por tener deuda argentina se mantiene intacto, los inversores se encuentran en una etapa de “carry trade”, es decir que no compran ni venden manteniendo su posición hasta tanto vean una mejor oportunidad en los precios.
Además el mercado está pendiente de nuevas señales sobre cómo evolucionará la economía en los próximos meses. Por eso, los soberanos mantienen el nivel de precios, aunque los negocios están lejos de los volúmenes de meses atrás. La semana anterior la provincia de Chaco salió al mercado externo con la emisión de un bono a 8 años (vencimiento el 18 de agosto de 2024) por un monto de USD 250 M, a un precio bajo la par (a USD 99,373 por cada lámina de 100 nominales), el cual arrojó una tasa interna de retorno de 9,5%. Lo más relevante de la semana, fue que se conoció la inflación oficial de julio (elaborada por el INDEC) y resultó por debajo de lo esperado por el consenso (ubicándose en 2%), e incluso fue menor a la confeccionada por Diputados de la oposición (inflación Congreso), la cual arrojó un aumento para julio de 2,4% MoM. Además la cifra oficial resultó por debajo de la inflación de la Ciudad de Buenos Aires, la cual mostró un incremento de 2,2%. Para la próxima semana lo más relevante pasará por la Tasa de Desempleo, la Balanza Comercial, la actividad económica y la producción industrial.