Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
- Las criptomonedas vuelven a la carga
- Riesgo nº1: Prohibiciones gubernamentales
- Riesgo nº2: Regulación
- Riesgo nº 3: Impuestos
- Riesgo nº 4: Turbulencias de infarto con mayúsculas
La clase de activos de las criptomonedas parece haber tocado fondo tras una impresionante corrección que llevó al Bitcoin y al Ethereum desde sus máximos históricos de mediados de noviembre hasta situarse por debajo de la mitad de sus valores máximos en enero. La acción explosiva e implosiva de los precios no es ninguna novedad para esta clase de activos. En los últimos años, ha pasado del festín a la hambruna, de nuevo al festín y de nuevo a la hambruna.
De hecho, las criptomonedas dan un nuevo significado a la noción de volatilidad de los precios. Antes de que el Bitcoin irrumpiera en escena, los participantes del mercado consideraban las materias primas activos alternativos con una volatilidad vertiginosa. Las criptomonedas dieron paso a una nueva era, en la que los participantes del mercado han aceptado la variabilidad de los precios.
El éxito de los casinos reside en que se aprovechan de la búsqueda de un premio gordo por parte de los jugadores. Los concursos de lotería estatales hacen lo mismo, anunciando: "Sólo necesitas es un dólar y un sueño". Ese impulso fiable y demasiado humano es evidente también en el entorno de las monedas digitales.
Las historias sobre que una inversión de 10 dólares en Bitcoin en 2010 —a cinco centavos por token— se disparó hasta un valor de 8 millones de dólares a 40.000 dólares por token en 2021 han bastado para dar a luz a más de 17.400 nuevas criptomonedas a fecha de 15 de febrero, y contando.
Cuando las criptomonedas corrigieron su rumbo desde los picos de mediados de noviembre, parte del auge especulativo se evaporó hasta finales de enero. Sin embargo, parece que ha vuelto con fuerza a mediados de febrero, ya que los inversores en Bitcoin, Ethereum y muchas otras criptomonedas han vuelto a ser optimistas y se han dado un festín.
Las criptomonedas vuelven a la carga
El 10 de noviembre, los patrones bajistas de reversión clave del Bitcoin y el Ethereum hicieron perder a las principales criptomonedas más de la mitad de su valor. Tras tocar fondo en enero, ambas se han recuperado, consolidándose muy por encima de los mínimos registrados a mediados de febrero.
Fuente: CQG
El gráfico muestra el retroceso bajista del 10 de noviembre que llevó a los futuros de Bitcoin de febrero desde máximos de 70.330 dólares a mínimos de 32,945 dólares por token el 24 de enero. El descenso del 53,2% acabó con la venta, y el Bitcoin se recuperó hasta situarse justo por debajo del nivel de 44.000 dólares en el momento de escribir estas líneas el 17 de febrero.
Los futuros de Bitcoin han cotizado entre 41.420 y 45.905 dólares desde el 7 de febrero, registrando máximos más altos a medida que avanza la recuperación. El nivel crítico a vigilar está en 51.640 dólares, el 50% de retroceso del movimiento desde los máximos de noviembre hasta los mínimos de enero.
Fuente: CQG
Los futuros de Ethereum de febrero cayeron desde los 4.945,75 dólares de mediados de noviembre hasta 2.164,50 dólares a finales de enero, un descenso del 56,2%. En el nivel de 3.000 dólares el 17 de febrero, el Ethereum sigue por debajo del nivel de retroceso del 50%, que se encuentra en el nivel de 3.555 dólares. Desde el 7 de febrero, los futuros de Ethereum se han consolidado entre 2.831,50 y 3.292 dólares por token.
Si nos dejamos guiar por la pasada acción de los precios, el Bitcoin, el Ethereum y muchas de las otras más de 17.560 criptomonedas podrían ir camino de otro movimiento explosivo que lleve a los tokens a máximos más altos.
Mientras tanto, cualquier inversor o especulador listo para sumergirse en la clase de activos de las criptomonedas debe vigilar muy de cerca cuatro riesgos cruciales de cara a las próximas semanas y meses.
Riesgo nº1: Prohibiciones gubernamentales
El panorama geopolítico se ha vuelto muy turbulento y volátil. Estados Unidos y Europa consideran Ucrania Europa del Este, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin cree que es Rusia Occidental. Las actuales exigencias rusas de que Ucrania no se convierta nunca en miembro de la OTAN, junto con los 130.000 soldados que se concentran en la frontera ucraniana, podrían provocar una incursión o una guerra en Europa.
China y Rusia han acordado una mayor cooperación, y China apoyan a Rusia en la cuestión ucraniana. China se ha comprometido a ayudar a Rusia si las sanciones occidentales intentan paralizar la economía rusa, dejando sin efecto cualquier sanción. Irán y Corea del Norte siguen siendo peligros claros y presentes por sí mismos, con capacidades nucleares cada vez mayores.
Aunque el panorama geopolítico apoya el alcance global de las criptomonedas, podríamos ver prohibiciones gubernamentales al comercio y la inversión en criptomonedas. Aunque las prohibiciones no impidan que la clase de activos opere a través de canales seguros en Internet, tales medidas drásticas frenarían el crecimiento de esta clase de activos.
Riesgo nº2: Regulación
La SEC, la CTFC y los legisladores están abordando las criptomonedas con nuevas regulaciones en Estados Unidos, mientras que los reguladores europeos hacen lo propio. Aunque pretenden "proteger a la población", la motivación subyacente es el control de la oferta monetaria.
Los bancos centrales y los gobiernos controlan la oferta monetaria, por lo que pueden imprimir moneda de curso legal y retirarla del sistema para gestionar las economías. La ideología que sustenta las criptomonedas se opone al control gubernamental, ya que el valor se basa únicamente en la compra y venta en un mercado transparente, devolviendo el poder a los individuos.
Además, las instituciones bancarias y financieras tradicionales consideran a las criptomonedas una amenaza para sus beneficios y balances. Cuanto mayor sea el número de personas que poseen criptomonedas en carteras en sus ordenadores, menos necesitarán a los bancos y a las empresas financieras tradicionales.
La regulación se reforzará en el ámbito de las criptomonedas durante el próximo año, lo que podría frustrar la forma libertaria de crecimiento del dinero. Las criptomonedas amenazan el control gubernamental y los negocios monetarios y bancarios tradicionales. La primera línea del debate sobre las criptomonedas es el control de la oferta monetaria. Las políticas monetarias y fiscales respaldan las agendas políticas.
Riesgo nº3: Impuestos
Los impuestos son una herramienta esencial de los gobiernos que podría afectar a las criptomonedas. El Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos y las autoridades fiscales de todo el mundo están desarrollando políticas para hacer frente a esta floreciente clase de activos.
Las políticas fiscales pueden ser instrumentos que ayuden o lastren a los mercados. Los políticos, los reguladores y los grupos de presión de la banca podrían recurrir a la fiscalidad como una bala de plata para hacer frente a la amenaza que suponen las criptomonedas para el control gubernamental.
Riesgo nº4: Turbulencias de infarto con mayúsculas
El potencial de una recompensa financiera viene acompañado de riesgos proporcionales. La increíble variación de los precios de la clase de activos de las criptomonedas la ha convertido en el sueño de los especuladores, aunque sea un sueño turbulento, y también podría ser la pesadilla de un inversor si compra en el nivel equivocado. Los inversores que entraron en el mercado pronto pueden aprovechar las olas y ver subir y bajar sus activos digitales como yoyós. Sin embargo, cualquiera que haya invertido en Bitcoin, Ethereum u otras criptomonedas en octubre o principios de noviembre ha experimentado pérdidas de infarto.
La alta volatilidad crea un riesgo turbulento con mayúsculas. Llevo más de cuatro décadas operando en los mercados y nunca he sido testigo de una clase de activos como ésta de las criptomonedas. Durante muchos años fui trader de materias primas, un ámbito en el que abundan las oscilaciones de precios. Sin embargo, las materias primas palidecen en comparación con las criptomonedas en lo que se refiere a acción de los precios.
El Bitcoin, el Ethereum y otros miembros de esta clase de activos digitales parecen haber tocado fondo, al menos de forma temporal. Eso significa que muchos inversores y especuladores comenzarán a comprar en previsión de otro repunte explosivo.
Aunque hay muchas probabilidades de que vuelvan a reconquistar máximos, invierta sólo el capital que esté dispuesto a perder, ya que cada centavo invertido en criptomonedas corre el riesgo de perderse para siempre. Tenga en cuenta que el gestor de fondos de cobertura Ray Dalio dijo en 2021 que los gobiernos tienen el poder de "matar" a esta clase de activos. Por supuesto, eso aún no ha sucedido, pero cuando se trata de criptomonedas, los compradores deben ser prudentes y comprender los riesgos que siempre conllevan las posibles recompensas.