Durante la semana se dio a conocer la evolución de la actividad industrial en México durante enero del 2017. El crecimiento mensual fue de 0.1% con datos ajustados por estacionalidad y este vino sustentado en una recuperación del sector minero de 1.1%, un crecimiento en la industria manufacturera de apenas 0.5%, un estancamiento en la construcción y una caída en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de gas y agua por ductos al consumidor de (–)2%.
El crecimiento visto en el sector de la economía más importante para el comercio exterior a tasa anual fue de -0.1%, mejor de lo visto en diciembre que fue de -0.6%, sin embargo, aún muy alejado del promedio visto en el primer trimestre del 2015 que fue de un insignificante 2%. ¿Cuáles han sido las diferencias vistas durante los ´últimos meses? Principalmente, la caída del sector industrial en su conjunto obedece a una depresión en el sector minero del país que a su vez esa fundamentado principalmente por la extracción de petróleo y gas.
Y es que la caída en los precios del crudo no sólo ha afectado a las finanzas públicas, sino que la suspensión de proyectos por parte de Pemex ha obligado a reducir la actividad extractiva y aplazar los contratos de proveedores. La crisis por la que pasa la empresa petrolera tiene previsto un balance financiero negativo de 108, 900 millones de pesos para este año y ha provocado el despido de más de 40 mil trabajadores en las empresas proveedoras de servicios de offshore.
Así, la caída en tasa anual vista en la actividad extractiva de petróleo y gas es de (-) 11.9% para enero de este año, cifra que ha ido deprimiéndose más ya que en enero del 2016 fue de -1.1%. El crecimiento anual para el 2016 fue de -6% en la actividad, arrastrando el conjunto del subsector minero para tener una variación de -6.45 a tasa anual. Para enero de este año, el subsector cayó (-) 9.8% y la caída del (-) 0.1% para el total del sector secundario vino compensada por un repunte en la actividad manufacturera del 4.3% a tasa anual que, a pesar de que su dinamismo es lento, es la segunda mejor vista en dos años. La depreciación cambiaria no ha logrado catapultar la industria manufacturera de exportación, principalmente la maquiladora, para conducir al sector en una senda de expansión que pueda representar un impulso a la economía en su conjunto. La falta de eslabonamientos productivos y la alta dependencia de los insumos importados y su encarecimiento reciente, es causa del estancamiento del sector en un rango que no pasa del 2% y tiene tendencia bajista.