El mercado no puede caer. ¿Ha escuchado esto alguna vez? Si ha sido usted el que se ha descubierto diciendo esta frase, cuidado. Porque el mercado sí puede caer y, a veces, con más fuerza de la que pudiera uno imaginarse. De hecho, en los momentos de complacencia del mercado suelen comprarse los peores activos, algo que después acaba pasando la factura.
Las mayores caídas se dan por comprar en los mejores momentos las peores cosas
Vayámonos de viaje en el tiempo. ¿Preparado? Cierre los ojos. Ahora ábralos. Hemos viajado a mediados de la década del año 2000. Mira a su alrededor y ve muchos terrenos edificables. ¿Será una oportunidad?
Las mayores caídas se dan por comprar en los mejores momentos las peores cosas. Le cuento. Vayámonos de viaje en el tiempo. ¿Preparado? Cierre los ojos. Ahora ábralos. Hemos viajado a mediados de la década del año 2000. Mira a su alrededor y ve muchos terrenos edificables. ¿Será una oportunidad? Cuando usted, estudia la situación ve que además hay una población creciendo que demanda cada vez más viviendas. ¿Qué deberían hacer los precios? Subir. No parece que puedan hacer otra cosa. Pero no piensa solo usted esto, sino que cuando lee un medio informativo de reconocido prestigio escucha a todo un experto financiero, como el señor Alan Greenspan, decir que el mercado de la vivienda debería seguir subiendo ya que es estable. Al fin y al cabo es un experto financiero y debería tener siempre razón no?
Es imposible que la vivienda caiga. ¿Le cuento el final de la película? La crisis de las hipotecas subprime se llevó por delante toda la estabilidad
Es imposible que la vivienda caiga. ¿Le cuento el final de la película? La crisis de las hipotecas subprime se llevó por delante toda la estabilidad que había aparentado un sector con unos cimientos aparentemente sólidos, pero que resultaron estar podridos.
La palabra “nunca”, nunca existió en el mercado.
Las deudas excesivas no son buenas para nadie. Ni para una persona, ni para una familia, ni para una empresa o estado. Da igual lo que escuche. Y si ya este factor de “excesiva” es peligroso, si le añadimos el apellido “de baja calidad” nos termina de hacer el perfil de esta asesina criminal, la deuda excesiva y de baja calidad. Como sabe, la deuda de baja calidad tiene una probabilidad mayor, que otras, de no ser devuelta. Igual que no será igual prestar dinero a su hermano mayor, un adulto responsable y con trabajo fijo, que prestarlo a su hermano pequeño sin ingresos y sin edad para trabajar, no es igual prestar o invertir nuestro dinero en empresas con un alto riesgo de no poder devolverlo, que a empresas solventes. Las hipotecas subprime, como sabe, son solo una forma elegante de decir que esas hipotecas eran de alto riesgo. Es lo que tienen las finanzas, se convierte una idea absurda en una sofisticada tan solo con cambiarle el nombre.
Las deudas excesivas no son buenas para nadie. Ni para una persona, ni para una familia, ni para una empresa o estado
La burbuja subprime se formó debido a normas de préstamo demasiado laxas y un contexto en el que se podía pedir prestado dinero a un bajo interés. Esto es la combinación perfecta para ver como muchas personas piden mucho dinero que no pueden devolver. Toda esta deuda de baja calidad al final acabó desplomando el mercado de la vivienda y puso en peligro al mismísimo sistema bancario. Algo imposible de pensar años atrás de un sistema tan estable.
Veamos una gráfica.
Del 2004 al 2006 las hipotecas de alto riesgo aumentaron exponencialmente
Del 2004 al 2006 las hipotecas de alto riesgo aumentaron exponencialmente. ¿Qué pasó en el 2007? La burbuja estalló. Desde el 2007 a marzo del 2009, el mercado de la vivienda cayó un 20% llevándose consigo a todos los sectores y haciendo que Estados Unidos entrara en la recesión más grave desde la Gran Depresión. ¿Por qué pasó todo esto? Deuda “excesiva” y de “baja calidad”.
Esta vez es diferente. Porque el mercado no puede caer.
¿Ha pensado usted esto del mercado de bonos? Cuidado. La misma burbuja podría estar dándose en la renta fija. Con los bonos corporativos de calificación BBB. Tenemos demasiada gente pensando que el mercado no puede caer, porque esta vez es diferente.
Desde el final de la crisis financiera el mercado de bonos BBB ha crecido el doble del tamaño que las hipotecas de alto riesgo. Como bien sabe, los bonos corporativos son emitidos por las empresas para recaudar dinero. Casi todas las empresas del mundo utilizan el mercado de bonos corporativos. Pero igual que sucedió en el mercado de hipotecas de alto riesgo (subprime) el gran problema es que la deuda es de mala calidad.
En los últimos 10 años, como puede ver, el mercado ha pasado de tener casi 700 mil millones a 2 500.
Las agencias de calificación como S&P indican la calidad de un bono en función del riesgo que tiene la empresa que lo emite. Esta calificación puede ir entre AAA (Máxima nota, con riesgo más moderado) y la BBB. Es por esto, que cuanto más cerca esté de la nota de AAA más seguro será el bono. Por poner algunos datos encima de la mesa, para que vea el nivel que ha alcanzado el mercado de bonos triple B. En los últimos 10 años, como puede ver, el mercado ha pasado de tener casi 700 mil millones a 2 500. Tanto es así que, para poder compararlo, representa el 50% del mercado de bonos. O lo que es lo mismo. Los cimientos del mercado de bonos se sientan en el escalón más bajo de calidad crediticia. Demasiada deuda de baja calidad.
Representa el 50% del mercado de bonos. O lo que es lo mismo. Los cimientos del mercado de bonos se sientan en el escalón más bajo de calidad crediticia
Atención, porque esta vez podría no ser diferente
El valor de los bonos corporativos está ligado a la deuda pública. Cuando los tipos suben, la inversión en bonos de baja calidad es menos interesante. Pues bien, desde mediados del 2016 la rentabilidad del bono del tesoro a 10 años se ha duplicado. Moody´s y otros ya están hablando del riesgo que tienen muchos de estos bonos BBB, avisando del gran volumen que podrían caer por su especial vulnerabilidad. Desde luego, esto parece que sí lo hemos vivido antes. ¿Veremos la segunda entrega de la película del 2007? No lo podemos saber. Aunque nunca es diferente.