Realizamos en esta oportunidad un análisis de las alternativas de inversión en activos de renta fija de la empresa Vale, la minera más importante de Brasil y la segunda productora más grande de metales del mundo. La empresa se encuentra fuertemente afectada por la baja en los precios de los metales y la complicada situación que atraviesa la economía brasileña.
El real y otros activos brasileños han caído en las últimas ruedas dado que disminuyen las probabilidades que Dilma Rousseff enfrente un juicio político (impeachment). En 2015, la empresa reportó una pérdida neta de USD 13.473,3 M, con una disminución de 50% en su ingreso operativo.
La pérdida histórica (no repetitiva) se debe a la caída en las reservas mineras, la pérdida por diferencia de cambio de USD 7.200 M y una multa inicial de USD 7.000 M por la ruptura de un dique de contención de Mina Gerais (Brasil). Vale posee una baja rentabilidad, mostrando los peores rendimientos con respecto a sus comparables.
La empresa anunció que planea vender su participación de 27% en la planta siderúrgica Companhia Siderúrgica do Atlântico a Thyssenkrupp (DE:TKAG), con el fin de deshacerse de los negocios relacionados con el acero ante una caída histórica en el precio de las materias primas y reforzar su posición de cash para el repago de deuda. Esta decisión se suma al plan de la empresa de reducir la inversión para este año a USD 5,5 Bn desde USD 8,4 Bn del año pasado.
El cash flow de la empresa terminó 2015 en –USD 3.676,8 M, mientras que finalizaría 2016 sobre los –USD 1.250 M. Para 2017, el flujo de caja resultaría positivo por USD 764,6 M. La curva de rendimientos de la minera presenta pendiente positiva, con un retorno promedio de 8%. Recomendamos posicionarse solamente en el tramo corto de la curva a través de sus bonos con vencimiento 2017 y 2019, ya que las perspectivas para los próximos años son buenas, con mejoramiento en las ganancias y el cash flow.