IBM (NYSE:IBM) es una de las principales posiciones en el portafolio de inversiones de Berkshire Hathaway Inc (NYSE:BRKa), el holding de inversiones de Warren Buffett. No solo eso: el llamado “Oráculo de Omaha” está aprovechando las caídas de precios en los últimos meses para aumentar posiciones en la empresa tecnológica a precios de entrada más atractivos. Esto demuestra que Buffett no está preocupado por las dificultades que atraviesa la compañía, y mantiene una mirada optimista de largo plazo sobre las acciones de IBM. ¿Conviene o no seguir sus pasos en esta firma?
Una posición de alto convencimiento
IBM forma parte de las “cuatro grandes” dentro del portafolio de Berkshire Hathaway, una distinción que comparte con clásicas inversiones de Warren Buffett, como Coca-Cola Co (NYSE:KO), Wells Fargo & Co (NYSE:WFC) y American Express (NYSE:AXP). Además, mientras que el resto de las cuatro grandes han formado parte de este portafolio durante décadas, IBM fue incorporada en 2011. Es decir, se trata de una posición relativamente nueva en el contexto de ultra-largo plazo que caracteriza a las inversiones de Buffett.
A pesar de que los mercados en general han tenido subas de magnitud en los últimos años, los papeles de IBM se encuentran todavía por debajo del precio de compra inicial de Buffett. En este contexto, el magnate ha incrementado sus posiciones en el cuarto trimestre de 2014.
Ninguna sorpresa
En una reciente entrevista con la cadena CNBC, el famoso magnate dejó en claro que los problemas de IBM no son un motivo de preocupación. De hecho, la caída en las ventas de la compañía no es ninguna sorpresa para él.
Podría pensarse que esto es una excusa para justificar los magros retornos que Berkshire Hathaway ha obtenido en la empresa tecnológica durante los últimos años. Sin embargo, vale tener en cuenta que Warren Buffett dejó en claro a los accionistas de Berkshire Hathaway en el 2011 que su escenario favorito era una caída de precios a mediano plazo. De hecho, escribió esto en 2011:
“Actualmente, IBM tiene aproximadamente 1.160 millones de acciones en circulación, de las cuales somos dueños de 63,5 millones, o de un 5,5%. Naturalmente, lo que suceda con las ganancias de de la compañía en los próximos cinco años es de una importancia enorme para nosotros. Más allá de eso, la empresa probablemente va a invertir cerca de 50.000 millones en recompras de acciones. Nuestra pregunta del día: ¿Qué deberían desear los accionistas de largo plazo, como Berkshire Hathaway, que suceda durante ese período? No vamos a mantener el suspenso. Deseamos que las acciones de IBM languidezcan a lo largo de los cinco años”.
“La lógica es simple- continuaba-: si vas a ser un comprador de acciones en el futuro, ya sea en forma directa o indirecta (mediante una tenencia en una empresa que está recomprando acciones), pierdes cuando la acción sube de precio. Te beneficias cuando la acción baja. Las emociones, sin embargo, complican el asunto. La mayoría de la gente, incluyendo aquellos que serán compradores netos en el futuro, se reconfortan cuando ven a los precios de las acciones subir. Estos inversionistas se parecen a un conductor de automóviles que se regocija cuando sube el precio del combustible, simplemente porque el tanque del auto contiene suficiente para un día”.
En definitiva, pareciera que los deseos de Buffett al respecto del precio de IBM se están cumpliendo. A precios bajos, no solo la compañía está recomprando sus propias acciones en cantidad, sino que Buffett además está invirtiendo dinero fresco en IBM
Un problema cíclico o secular
Stanley Druckenmiller fue la mano derecha de George Soros durante años. Juntos quebraron al Banco de Inglaterra en 1992 y ganaron más de 1.000 millones de dólares en esa operación al forzar una devaluación de la libra esterlina. Druckenmiller se presentó en CNBC luego de Buffett, explicando porqué tiene una mirada opuesta al respecto de IBM. De hecho, Druckenmiller tiene una posición bajista en estos papeles.
Según Druckenmiller, lo que Buffett considera como un problema cíclico es en realidad un problema secular, lo cual en finanzas hace referencia a una tendencia de largo plazo. Lo cierto es que las ventas de IBM están estancadas en los últimos años, y Druckenmiller considera que la empresa debería enfocarse en revertir la situación en lugar de recomprar acciones.
Riesgo y oportunidad
IBM está saliendo de los negocios relacionados al hardware y otras actividades de bajo margen para enfocarse en otros con mayor valor estratégico y niveles de rentabilidad más elevados.
Además, tendencias como “computación en la nube” y “software como servicio” son factores que están modificando las reglas de juego en el negocio, y esto tiene un impacto negativo sobre las ventas de IBM. En este contexto, las ventas ajustadas por desinversiones y fluctuaciones de tipo de cambio cayeron un 1% durante 2014.
Por otro lado, los segmentos de negocios que la empresa ha identificado como “imperativos estratégicos” crecieron un 16% en el año, representando un 27% del total de ventas.El management de la firma espera generar cerca de 40.000 millones en estos segmentos para el año 2018, lo cual implica un impacto considerablemente favorable sobre las ventas totales.
Es muy importante analizar lo que suceda con estos segmentos de alto crecimiento, los cuales incluyen tecnologías de tipo cloud, analytics, mobile, social y security. En caso de que estos segmentos mantengan sus tasas de crecimiento, podemos decir que IBM es efectivamente una compañía en transformación, y que las caídas de ventas no son más que un problema transitorio.
Si estos negocios también se estancan, en cambio, la empresa estará atravesando dificultades más profundas, complejas y duraderas.