El precio de la acción es el factor que explica la mayor parte de la inversión en acciones. Pero no es el único: el verdadero objetivo de cualquier inversor a largo plazo es el retorno total, por lo que debería incluir en su cálculo ese concepto sumándole a la cotización de la acción el retorno por el pago de dividendos:
Retorno total = apreciación del capital (cotización) + dividendos
Ahora bien, ¿qué empresas son más redituables a largo plazo: las de crecimiento, cuyo valor se deriva de la apreciación de la cotización, o las de valor, que pagan buenos dividendos y son más estables?
Estudios empíricos muestran que el retorno total de acciones que pagan dividendos excede históricamente al del retorno de las acciones que no pagan, ampliándose la brecha a través del tiempo. Esta diferencia se dio incluso hasta en el período de fuerte crecimiento de las acciones: 1982-2000.
Es por eso que es necesario saber, como inversores, qué ETFs diversificados existen de empresas que paguen buenos dividendos.
Los índices tradicionales nos dan una imagen incompleta de la realidad ya que miles de millones de dólares son pasados de mano en mano diariamente bajo la forma de dividendos en el mundo. En los Estados Unidos, ni siquiera en un muy mal año como 2009, en medio de una recesión global, disminuyeron.
Generalmente se asocia a los dividendos con la característica básica de empresas maduras y de poco crecimiento, pero no siempre es el caso. Y menos es la consecuencia de que esas firmas no saben qué hacer con su dinero. Muchas empresas en crecimiento pagan dividendos sobre todo porque tienen un objetivo de darle seriedad a la empresa y retorno a su acción listada.
Existen muchos índices (y ETFs que replican a esos índices) que agrupan empresas que son rigurosamente seleccionadas para formar parte de un grupo selecto de compañías, una "élite" pagadora en el tiempo y que gozan de buenos fundamentals, tales como los "Dividend Aristocrats" o los "Dividend Achievers".
Se puede aplicar una técnica probada para acciones que pagan dividendos: se da el denominado "dividend stripping", mediante el cual un inversor compra acciones semanas antes del pago de dividendos, cobra el dividendo y vende la acción ese mismo día. La evidencia empírica muestra que las acciones se incrementan sustancialmente en un período de 40 días antes del día en que se paga el dividendo y se hace “ex” o se cobra el dividendo, y luego lateralizan.
Hay que tener cuidado con el pago de dividendos histórico, que no siempre es un buen indicador de pago futuro porque las empresas cambian a lo largo del tiempo. Hay que buscar empresas que siempre pagan buenos dividendos pero que además sean sanas, ahí está la clave del éxito. Y si uno se diversifica, mejor aún ya que minimiza el impacto de haberse equivocado en el análisis de una empresa.
La tarea puede simplificarse de sobremanera si se invierte en ETFs especializados, cuyos administradores seleccionan constantemente los activos por nosotros y nos facilitan de esta manera la tarea.
En la tabla de más abajo se observan los ETFs más comunes y diversificados de acciones que pagan elevados retornos en concepto de dividendos, que de ninguna manera excluyen el riesgo de mercado, ya que es un posicionamiento en renta variable, pero que tienen una renta fija asociada que muchas veces supera al rendimiento de un bono soberano, como es el caso actual.
El fondo más capitalizado es el iShares DJ Select Dividend (DVY), que tiene una composición de más de 100 empresas y rinde el 3,18% al cierre de esta nota. Para tener una idea de un promedio, las 500 empresas de mayor capitalización bursátil de los EE.UU. (S&P 500) tenían un rendimiento del 2,21%. El ETF de empresas seleccionadas que rinden altos dividendos de ese índice (SDY) rinde mucho más: el 5,63%.
Le sigue el iShares S&PUS Preferred Stock (PFF) y el PowerShares Financial Preferred (PGF), ambos de acciones preferidas exclusivamente y con elevados rendimientos anuales: 5,89% y 5,69%, respectivamente.
Recordemos que las acciones preferidas tienen un cupón elevado pero que pueden no pagarse y acumularse por hasta ocho trimestres consecutivos y hasta algunas compañías saltean su pago y no lo pagan después porque están habilitadas a hacerlo. Estos ETFs son opcionables (tienen calls y puts), una ventaja a la hora de invertir ya que si se compran las acciones individuales, esta operación no puede hacerse.
Existen otros ETFs con determinado perfil de empresas que pagan buenos dividendos, como el WisdomTree LargeCap Dividend (DLN), de empresas de gran capitalización bursátil, o bien el PowerShares International Dividend Achievers (PID), de empresas globales fuera de los EE.UU..
Siempre mirando los retornos en concepto de dividendos de los últimos 12 meses, después de los ETFs de acciones preferidas, el más atractivo es el WisdomTree DEFA Fund, de empresas internacionales fuera de los EE.UU., que rinde el 3,74%, y cuyos principales activos son bancos y petroleras (British Petroleum, HSBC Holdings, Banco Santander (MC:SAN) y Total son sus principales tenencias, aunque se encuentra sumamente diversificado ya que los primeros 10 activos concentran apenas el 14% del portafolio. El DTH, del mismo administrador (Wisdom Tree), posee un portafolio muy similar pero con criterios más restrictivos y se encuentra menos diversificado.