Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…) cuál sería en teoría el tiempo “ideal” que deberíamos estar operando, y cuánto debería durar nuestrar jornada de trading.
Tanto en nuestra vida como en nuestro trading, volvemos a confundir una y otra vez la cantidad con la calidad, el tiempo real y efectivo que dediquemos a alguien o a una operación, y eltranscurrir de los minutos u horas que permanezcamos mirando a esa persona o a esa pantalla sin aportar ni obtener una mejora o beneficio concreto ni para nuestros semejantes ni para nosotros mismos.
Pensamos que si pasamos una tarde entera al lado de otro ser humano, estaremos cumpliendo con él y no perderemos nuestro tiempo ni el suyo, aunque no le dediquemos caso alguno y él también nos corresponda con la misma moneda, y dejemos transcurrir ambos el tiempo entre visualizaciones al móvil, reenvíos de mensajes que no aportan nada y bostezos mal disimulados.
También se nos pasa por la cabeza creer que es mejor trabajador el que entra primero a la oficina y se va el último, aunque emplee el tiempo en criticar a los demás, en pasar las tareas al compañero de la mesa, o emplee su jornada en ponerse al día con los útimos cotilleos, en ojear la prensa online y en actualizar sus redes sociales.
No es mejor trabajador el que más horas está presuntamente trabajando, ni mejor amigo o amante o el que más tiempo dedica, acompaña o vegeta a la persona que en ese momento tiene a su lado.Y si eso ocurre en la vida, en el trading tampoco es mejor tráder el que dedica un número mayor de horas a estar dentro o pendiente del mercado. Y no afirmo que sea siempre peor, que de todo habrá, sino que entiendo humildemente que aquí tampoco se cumple el axioma de “más tiempo pegados mis ojos frente a la pantalla ó más operaciones realizadas durante toda una jornada completa, más beneficios obtendré“…
Ojala fuera así, que por ganas, pasión y necesidad no iba a quedar, y nos pondríamos todos con un termo de café las 24 horas alternando el cierre de un mercado con la apertura de otro…Cada persona, cada tráder, es un mundo, y cada uno necesita estar más o menos tiempo operando… pero siempre hay un límite que no se debe traspasar, porque podemos cruzar entonces una línea muy fina en la que nos toparemos con conceptos tales como sobreoperar, ansia por ganar, posiblidad de perder todo lo ganado anteriormente… y de ahí a perder la noción de lo que nos rodea, a caer en el puro vicio y la ludopatía…
Puede sonar duro, pero más de uno que esté al otro lado sabe que es otro de los peligros que acechan al tráder. No tiene nada que ver por supuesto con las horas que uno necesita para aprender, para formarse y para tener la preparación y los conocimientos precisos…
Ni con el tiempo dedicado en laborar su plan y estrategia, para repensar y corregir las entradas erróneas, para afinar los aciertos… Ni tampoco con el tiempo de análisis, de intercambio de opiniones o lecturas de artículos u opiniones de otros tráders, ni con la preparación del backtesting o de nuestro diario de trading
Y que conste que habrá días en los que el mercado se resista y tengamos que estar más tiempo pendiente de él, porque no vamos ninguna entrada clara y debamos permanecer de guardia frente a él, hasta que llegue alguna oportunidad clara, ya sea por la mañana o bien si tenemos que continuar por la tarde…
Pero a lo que quiero referirme, y también por experiencia propia, es a que se puede realizar una buena sesión de trading (si se dan las circunstancias oportunas) tanto en 15 minutos como en 15 horas (todo vale y hay gente que aguanta o soporta mejor el scálping rápido y apresurado en 3 minutos, meter muchas operaciones con bastantes contratos en la plataforma de su bróker, buscando pocos puntos, y hay otros que prefieren operaciones más largas, tipo swing, buscando recorridos más largos…todo vale siempre que nos valga, nos funcione y no nos haga sufrir).
Pero que hay que saber parar, dosificarse, e igual que uno se pone stops de máximas pérdidas, intentar ponerse también un horario máximo a la operativa en real pura y dura, y una regla que indique que cuando uno llega a su objetivo debe, o cerrar hasta el día siguiente, o continuar operando con más prudencia, y durante un tiempo limitado, ya que a menudo el no saber ponerse fecha de caducidad conlleve el dilapidar a lo largo de muchas horas de operativa lo que igual se ha obtenido en una sola…
Y me pongo a mí mismo como peor ejemplo, y como alguien que cometía frecuentemente ese error en el pasado.En muchas sesiones de operativa, sin exagerar, en 3 minutos había logrado de sobra mi objetivo previamente marcado…
Evidentemente, tenía que haberme conformado, o relajarme al menos y darme igual que las ganancias fueran en 3 minutos o en 3 horas, o que fueran en un mercado que en otro, pero me obcecaba con anticiparme al precio y realizaba una operación tras otra, movido más por el ego y por el deseo de doblar los beneficios que por la pura lógica, tanto en la sesión de la mañana, como durante toda la tarde, en pos de un utópico resultado… lo que me hizo además de perder todas las ganancias que tenía a las 9:03, acabar casi a las 21 horas, con una merecida pérdida (económica y moral) y llevándome de regalo un lote completo formado por un fuerte dolor en las cervicales y el cuello, escozor de ojos, embotamiento mental y de ánimo…
Hasta que un día, me dí cuenta de que evidentemente, esa actitud, ni era buena ni sana… Y comencé, dándome cuenta como repito y como trato ahora de explicar a otros compañeros y alumnos, que mi principal enemigo era yo… y desde entonces, comencé a ganar de nuevo batallas.Insistimos siempre en que hay que obligarse a ser disciplinado de nuevo y a cumplir lo prometido: dejar de operar si es preciso hasta que sepa controlarse un@ mejor, entendiendo que habrá días que tengas la suerte de terminar pronto, con rapidez, por lo que no malgastarás tu tiempo en derrochar en varias horas lo ganado en una sola, y que habrá otros días en los que tengas que estar esperando y esperando a que se produzca la ocasión clara, o que, igual ésta se da y es tan buena que debes dejarla correr horas y horas…
Ser siempre rígidos con nuestras normas, pero flexibles con nuestras expectativas,y disciplinados y consecuentes… ni importa el tamaño, ni importa en cuánto tiempo lo consiga: sin prisa pero sin pausa.
Ni necesariamente tienes que lograr tu objetivo u operar solamente 15 minutos (hacer 1 çunica operación e irte, como parece tan de moda decir últimamente ahora) ni tampoco tienes que estar 10 horas y media delante de las pantallas…
Adaptarte al mercado, abrir la mente… aprender, aprenderte, estar siempre en un proceso de mejora de tu persona y de tu operativa (de tu actitud y de aptitud, de tu voluntad y de tus conocimientos y tu experiencia), detenerse y “afilar nuestra hacha” si es preciso para ser más eficaces… pero siempre focalizados tanto en lo que debes hacer como en lo que no debes hacer…
Y después hacer éso un día, al siguiente, al posterior… las siguientes 10.000 horas…