Acción de Gracias marca el principio de la temporada festiva. Para muchos inversores, esto suele significar que es el momento de empezar a revelar posiciones y beneficios bancarios antes de finales de año. Sin embargo, esta temporada de vacaciones es muy diferente a otras ya que, durante las tres próximas semanas, se esperan anuncios muy importantes que van a ser el preludio de una nueva era de política monetaria. La Reserva Federal se dispone a subir los tipos de interés por primera vez en nueve años y el Banco Central Europeo va a ampliar sus medidas de estímulo. Aunque los precios se han establecido en función de ambas decisiones, los inversores no han atendido a las previsiones que estos bancos centrales van a ofrecer. Dada la acción de los precios del euro observada hoy, podemos concluir que el mercado no está listo para que el BCE realice un movimiento brusco. Así que hay espacio de sobra para sorpresas y grandes vaivenes durante las próximas semanas. La negociación probablemente se estancará el viernes tras la reunión del FOMC que se celebra el próximo 15 de diciembre pero la importancia histórica de los movimientos que se esperan por parte de la Fed y el BCE va a hacer que los inversores sigan atentos y ocupados.
La siguiente tabla muestra cómo se han negociado los tres principales pares de divisas (EUR/USD, GBP/USD y USD/JPY) los jueves de Acción de Gracias y los viernes posteriores. Aunque los mercados europeos están abiertos, el jueves suele ser una jornada tranquila con escasos volúmenes de negociación. Sin embargo, en 2007, 2008, 2010 y 2011, los rangos del EUR/USD y del USD/JPY se han ampliado considerablemente. Los otros años, el jueves ha sido una jornada tranquila más. Con sólo las revisiones del PIB del tercer trimestre del Reino Unido y las cifras sobre la confianza de la zona euro pendientes de publicación, no esperamos una gran actividad.
El miércoles anterior a Acción de Gracias suele tender a ser interesante. Hoy, por ejemplo, el EUR/USD se ha situado por debajo del 1,06, registrando nuevos mínimos de siete meses, mientras que el USD/CHF ha alcanzado su cota más alta en cinco años. Este descenso del euro se ha debido a los informes que indicaban que el Banco Central Europeo podría recurrir a una política monetaria poco convencional que incluiría introducir un tipo de depósito en dos niveles. Según el informe, a los grandes inversionistas se les aplicarían mayores tasas que a los pequeños depositantes. Seguramente este plan no recibirá mucho apoyo de Alemania y Francia, cuyos bancos utilizan mucho las facilidades de pago del BCE. Sin embargo, ha quedado claro por la acción de los precios de hoy que, aunque los inversores han tenido en cuenta la posible implementación de más estímulos por parte del BCE, no han tenido en cuenta lo agresivos o creativos que podrían llegar a ser. Por lo tanto, esperamos que el EUR/USD ponga a prueba el nivel de 1,0520 ya sea antes o después de la reunión del BCE que se celebra la semana que viene.
A pesar de la mejora observada en los datos de Estados Unidos, la actuación del dólar no ha mostrado mucha consistencia. El billete verde ha ganado posiciones con respecto al euro, el yen y el franco suizo, pero ha perdido terreno frente a la libra esterlina y el dólar neozelandés. Los ingresos personales aumentaron un 0,4% en octubre pero el crecimiento del consumo personal se ha mantenido estable en el 0,1%, a pesar de los pronósticos de los economistas. Aunque esto indica un sensato comportamiento del consumidor reflejo de hábitos de ahorro, puede que a la Fed no le guste porque es necesario un aumento del consumo para alimentar el crecimiento. El deflactor PCE, una medida de inflación, también ha avanzado a un ritmo más lento. Los bienes duraderos se han recuperado, las solicitudes de ayudas por desempleo han registrado mínimos mensuales, la actividad del sector servicios se ha acelerado y las ventas de vivienda nueva se han disparado. Pero ni todos estos informes juntos harán que la Fed cambie de planes en cuanto a su política monetaria. Estados Unidos no publicará más informes económicos esta semana.
La libra ha repuntado con respecto al dólar tras la subida de los préstamos hipotecarios. Aunque las cifras del PIB del Reino Unido se publicarán el viernes, los británicos tienden a acercar en sus previsiones sobre crecimiento, de modo que las revisiones son poco habituales. Desde principios de este año, la libra se ha apreciado entre un 8% y un 10% con respecto al euro y a los dólares australiano, canadiense y neozelandés. El fuerte avance de la divisa no sólo ejerce presión haciendo bajar los precios en un entorno de baja inflación, sino que también perjudica las exportaciones. El Reino Unido desarrolla la mayor parte de su actividad comercial con la Unión Europea y la reciente caída del EUR/GBP indica problemas económicos. Los últimos acontecimientos han sido negativos para la libra y, en este punto, el nivel de 1,50 empieza a parecer peligrosamente vulnerable.
El dólar canadiense se ha mantenido estable con respecto al billete verde a pesar de los dispares datos sobre las reservas. Aunque el suministro ha resultado menor de lo previsto, las reservas de gasolina y productos destilados han aumentado. Muchos economistas han estado observando el margen de rendimiento de los bonos a dos años de Canadá y Estados Unidos, que está a punto de registrar nuevos máximos. No obstante, haría falta una pronunciada ampliación de este diferencial y una caída de los precios del petróleo para que el par USD/CAD registrara nuevos máximos de 11 años por encima del nivel de 1,3457.
El dólar neozelandés ha ganado posiciones con respecto al billete verde a la espera del informe sobre la balanza comercial de esta tarde. Aunque los precios de los lácteos subieron en octubre, los economistas esperan una mejora de las exportaciones que debería contribuir a reducir el déficit comercial. Sin embargo, cualquier impacto positivo sobre el NZD debería durar poco, ya que los precios han descendido en noviembre y la actividad manufacturera se ha visto debilitada según los últimos datos del PMI del sector empresarial. Las previsiones sobre la economía de Nueva Zelanda siguen siendo desalentadoras y por eso creemos que el repunte de la divisa será limitado. Mientras, el dólar australiano ha retrocedido ligeramente frente al billete verde. El reciente fortalecimiento del AUD se ha debido en su totalidad a las declaraciones del banco central, pues los datos de anoche, incluidas las vacantes de puestos especializados y el informe sobre el trabajo de construcción, indican una ralentización de la actividad.