El petróleo recuperó terreno en las últimas ruedas luego de la depuración que lo llevó nuevamente a un mínimo de USD 44 por barril de WTI. En el corto plazo opera con volatilidad dentro de un rango definido. La razón es sencilla y se repite: tras la reunión de septiembre en Argelia, la OPEP y Rusia comunicaron que se dirigían a reducir la producción a 32,5-33,0 millones de bpd, en comparación con su producción récord en octubre de 33,8 millones de bpd.
El exceso de oferta en el mercado no desapareció aún y los inventarios de EE.UU. siguen siendo elevados. El posible acuerdo para limitar la producción es fundamental para lograr un equilibrio en el mercado y evitar una presión bajista sobre el petróleo. La reunión se llevará a cabo el viernes 30 de la semana que viene en Viena. Dependiendo del resultado, vemos los siguientes escenarios de precios: Acuerdo: la resistencia clave se ubica en la zona de USD 52.
Un quiebre de la misma, dada la tendencia alcista de fondo, habilitaría objetivos superiores a USD 57. No acuerdo: el soporte clave su ubica en la zona de USD 42. Un quiebre de la misma, habilitaría una caída hacia USD 39, nivel correspondiente al 50% de retroceso de Fibonacci. En dicho caso, se completaría una figura técnica que potencialmente podría habilitar la caída hacia USD 36.