Las acciones chinas perdieron un 6% el martes, en su peor derrumbe en tres semanas, en medio de las especulaciones de que el banco central podría no tener prisa por relajar más su política monetaria.
Luego de datos que arrojaron una recuperación modesta de los precios de las viviendas en julio, las presiones por tomas de ganancias se aceleraron.
El regulador de valores de China dijo el viernes pasado que el Gobierno debería permitir que las fuerzas del mercado tengan un rol más preponderante en determinar los precios de las acciones, en la primera señal oficial de que Pekín podría moderar sus esfuerzos por impulsar el sector a través de las instituciones estatales.
El índice compuesto de Shanghai cerró con una pérdida de 6,1% a 3.749,12 puntos.
Técnicamente, tras la ruptura del soporte definido por la zona de los 4.100 puntos gatilló una mayor presión vendedora, llevando al índice de acciones chinas en busca de un piso técnico en la zona de los 3.400 puntos.
Sin embargo, en el último mes el índice Shanghai se encuentra consolidando en un rango cada vez mas acotado, conformando un patrón gráfico de continuación de la tendencia bajista, por lo que una fuerte caída bajo el nivel de los 3.600 puntos debería gatillar nuevas órdenes de venta en las acciones chinas.