Por Peter Nurse
Investing.com -- Los precios del petróleo subieron el jueves, ayudados por la debilidad del dólar después de que la inflación de Estados Unidos se enfriara en octubre, aumentando las esperanzas de que la Reserva Federal suavice su endurecimiento de la política monetaria más rápidamente de lo que se esperaba.
Hacia las 09:05 ET (14:05 GMT), los futuros del crudo estadounidense se negociaban un 0.3% más altos, a 86.11 dólares el barril, mientras que el contrato Brent subía un 0.4%, a 93.06 dólares.
Los datos publicados a primera hora del jueves muestran que el IPC general avanzó 0.4% el mes pasado, lo que supone un aumento del 7.7% respecto a hace un año, un mínimo de nueve meses. Resulta alentador que el IPC subyacente, que excluye los alimentos y la energía, aumentara sólo 0.3% respecto al mes anterior, y que la tasa anual se desacelerara desde el máximo de cuatro décadas alcanzado en septiembre hasta el 6.3%.
Al mismo tiempo, el número de estadounidenses que solicitan el seguro por desempleo creció más de lo esperado la semana pasada, con un aumento de 225,000, desde una lectura anterior revisada al alza de 218,000.
Con la inflación mostrando signos de enfriamiento y la tensión creciente en el mercado laboral, los operadores están apostando que el banco central estadounidense sólo subirá 50 puntos base en diciembre, en lugar de los 75 puntos base previstos inicialmente.
Esto ha afectado a la divisa estadounidense, y el índice del dólar, que sigue al billete verde frente a una cesta de otras seis divisas, cotiza un 1.4% por debajo de 108.898, el nivel más bajo desde mediados de septiembre.
Un dólar más débil hace que las materias primas denominadas en dólares, incluido el petróleo, sean más baratas para los inversionistas extranjeros, lo que impulsa la demanda.
Esta noticia ayudó a dar la vuelta al mercado del crudo, después de que el petróleo ampliara sus pérdidas el jueves por cuarta sesión consecutiva, lastrado por la preocupación por la demanda de combustible en China, el mayor importador del mundo, tras el aumento de los casos de COVID.
Varias ciudades de China, incluido el centro de fabricación de Guangzhou, están luchando contra un repunte de las infecciones, y las autoridades sanitarias chinas han dejado claro últimamente que no tienen intención de poner fin a las restricciones de movilidad muy restrictivas del país utilizadas para combatir la propagación del virus.
También pesó el aumento de las reservas de crudo en Estados Unidos, de 3.9 millones de barriles la semana pasada, según los datos de la Administración de Información Energética publicados el miércoles, que llevaron los inventarios a su nivel más alto desde julio de 2021.
La mayor parte de este aumento, sin embargo, podría atribuirse a una reducción de aproximadamente 3.5 millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo.
La situación de la oferta sigue siendo muy ajustada, especialmente después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados acordaran reducir el suministro, y con la Unión Europea dispuesta a endurecer las restricciones a los flujos rusos.
"Ahora esperamos que los efectos combinados de los recortes de la OPEP+ y el embargo de la UE sobre el petróleo ruso se sientan predominantemente en el 1T23 y no en el 4T22", dijeron los analistas de HSBC, ya que "esperamos que el sentimiento negativo del mercado limite el potencial alcista para el resto de este año."
El banco recortó su previsión de precios del Brent para el cuarto trimestre de 2022 en 5 dólares por barril, hasta los 95 dólares por barril, pero elevó su previsión para el primer trimestre del próximo año hasta los 100 dólares por barril.