por Luis Felipe Cedillo
(Actualiza con detalles adicionales y citas a lo largo de la historia)
Infosel, marzo. 28.- La economía de Estados Unidos creció a una tasa de 2.9% durante el año pasado, en cifras ajustadas por estacionalidad y medidas con respecto a 2017, con lo que se quedó por debajo de las expectativas que tenía el gobierno del presidente Donald J. Trump, debido a la desaceleración observada al cierre del año.
A pesar del freno observado en el último tramo del año, la economía estadounidense logró su mayor tasa de expansión desde 2015, cuando también logró crecer a un ritmo de 2.9%.
El crecimiento "siguió apoyado por una demanda interna sólida, incluso si el desvanecimiento del estímulo fiscal se traduce en un menor gasto gradual", escribió Christian Keller, economista del banco de origen británico Barclays (LON:BARC), en un reporte. "La turbulencia del mercado financiero a finales de 2018, impulsada en parte por las preocupaciones sobre la debilidad de la demanda externa y el endurecimiento de las condiciones financieras, condujeron a un fuerte retroceso en el gasto de los hogares".
Al cierre del año pasado la economía de Estados Unidos creció a un ritmo menor de lo esperado, como resultado de la desaceleración registrada en las exportaciones, de la inversión fija no residencial y del gasto de consumo personal.
De acuerdo con la estimación final de Bureau of Economic Analysis (BEA), el producto interno bruto de Estados Unidos creció 2.2% entre octubre y diciembre con respecto al trimestre previo, en cifras desstacionalizadas.
El crecimiento trimestral del producto interno bruto significó un ajuste a la baja con respecto a la estimación inicial de BEA, que era de 2.6%, y estuvo por debajo del avance de 2.4% esperado por los economistas encuestados por el portal financiero Investing.com.
"La versión revisada mostró que la economía de los Estados Unidos siguió generando ingresos a un ritmo sólido", escribieron los economistas del banco estadounidense Wells Fargo (NYSE:WFC), en un reporte. "Esperamos que el crecimiento de las ganancias corporativas se desacelere significativamente en el futuro".
Por su parte, el gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) creció a un ritmo de 2.5% en el cuarto trimestre de 2018, su menor avance desde el incremento de 0.5% observado entre enero y marzo del año pasado.
Por su parte, los precios medidos en términos del gasto en consumo personal de los estadounidenses crecieron a un ritmo de 1.5% en el trimestre y de 1.9% interanual.
Finalmente, los precios subyacentes del PCE, o aquella medida que desestima los cambios en productos altamente volátiles como alimentos o energéticos, avanzaron a un ritmo de 1.8% en el trimestre y de 1.9% interanual.
Esta última medida, la de la variación interanual de los precios subyacentes del PCE, es la medida más vigilada por la Reserva Federal (Fed) para determinar las acciones de política monetaria en Estados Unidos y aún está por debajo de la meta de 2% que tienen las autoridades.