por Mercedes del Signo del Rio
Infosel, noviembre. 8.- Un tribunal brasileño ordenó la liberación inmediata de Luiz Ignacio Lula da Silva, el expresidente brasileño y miembro fundador del Partido de los Trabajadores (PT (OTC:PTGCY)), un día después de que el Tribunal Supremo de ese país emitiera un fallo que establecía que las penas de prisión no pueden empezar antes de agotar todos los recursos legales.
Tras este nuevo fallo, los abogados de Lula, quien enfrenta su proceso en prisión desde abril de 2018, anunciaron que pedirían su liberación inmediata.
Así, el juez Danilo Pereira Junior determinó que el expresidente deberá ser liberado de la cárcel de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba este mismo viernes.
"A la luz de las situaciones ocurridas en el curso de este proceso, determino que las autoridades públicas y los abogados del acusado se ajusten a los protocolos de seguridad para el adecuado cumplimiento de la orden, y así evitar situaciones de confusión y de riesgo para la seguridad pública", dijo el magistrado de la duodécima corte federal de Curitiba, quien defendió la posibilidad de que no se dieran ejecuciones de sentencias anticipadas.
El fallo de la máxima autoridad judicial en Brasil, que fue resuelto el jueves por seis votos contra cinco, cambia la jurisprudencia que determinaba el cumplimiento de penas en prisión a partir de condenas en segunda instancia.
"Esta Corte Suprema no juzga en función de la calidad de las personas ni de su condición económica, política, social o estamental o funcional", dijo este jueves el ministro Celso Mello, de acuerdo con el diario español El País. "Este juicio se refiere al examen de derecho fundamental que traduce una crucial conquista histórica de la ciudadanía ante el Estado. Siempre combatido, este derecho fundamental por regímenes despóticos".
Esto significa que alrededor de cinco mil reclusos en las prisiones del país más grande de la región de Latinoamérica, podrían quedar en libertad.
No obstante, los magistrados de esa corte dijeron que su decisión no necesariamente conducirá a la liberación automática de los detenidos, debido a que depende necesariamente de revisiones por parte de los jueces en cada caso.
Lula da Silva enfrenta cargos por corrupción y lavado de dinero, cuando presuntamente usó su cargo de presidente para favorecer a la empresa constructora Odebrecht para ganar contratos con la compañía petrolera estatal Petrobras (NYSE:PBR), a cambio de beneficios personales, como un departamento en la ciudad de Sao Paulo.
El expresidente, que tiene 74 años de edad, está condenado a una pena de ocho años y 10 meses, que le impidieron presentarse como candidato en la última elección presidencial.
Lula aún mantiene una fuerte popularidad entre los brasileños afines al PT e incluso se pensaba que era el único candidato capaz de derrotar a Jair Bolsonaro en la elección del año pasado.
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